Siguen las muertes en la 9 y 34, dos rutas con obras prometidas que esperan ser concretadas
Desde el 2010 se van sucediendo los anuncios del Gobierno nacional sobre estas obras. Tanto el kirchnerismo como la administración de Mauricio Macri prometieron construir estas autopistas".
Los decesos de dos hombres y un niño oriundos de Buenos Aires ayer tras el choque de un automóvil con un camión en la ruta nacional 34, en inmediaciones del peaje de Fernández (ver pág. 34), engrosaron la escalofriante cifra de siete víctimas fatales en los últimos nueve días en la denominada "Ruta de la Muerte", en su trazado por Santiago del Estero. Los siniestros en la ruta 9, aunque en menor medida, la convierten también en una peligrosa vía dentro de los límites provinciales.
Estas muertes exponen con dura crudeza, la necesidad imperiosa de concretar de una vez por todas y sin más demoras, las prometidas obras por parte de la Nación, para reconvertir la ruta nacional 34 en autopista o autovía entre Santa Fe y La Banda. Una obra de similar naturaleza también fue anunciada hace mucho tiempo para la 9, entre Santiago del Estero y Tucumán, donde también se registran periódicamente graves accidentes, muchos de ellos con víctimas fatales.
Ya pasaron más de siete años desde el 2010, cuando se revelara desde la Dirección Nacional de Vialidad la necesidad de encarar un proyecto para ensanchar ambos caminos y así aminorar el riesgo de transitarlos. A partir de allí se fueron sucediendo los anuncios del Gobierno nacional sobre estas obras. Tanto el kirchnerismo como la administración de Mauricio Macri, prometieron construir estas autopistas; el actual Ejecutivo nacional las incluyó dentro del denominado Plan Belgrano. Pero pasó más de un año y medio desde el compromiso público del actual mandatario y no se licitaron las obras. Además, quien coordinaba este plan, José Cano, renunció para ser candidato a diputado nacional en Tucumán.
Ni siquiera hay una fecha cierta de cuándo se llamarán a licitación estas dos obras, que ayudarían en gran medida a reducir las muertes sobre estas rutas.
Los estudios sobre el comportamiento del tránsito en los tramos de estas rutas en su paso por suelo santiagueño, dejan un diagnóstico serio. Las estadísticas revelan una saturación de vehículos, más aún en temporada turística. Esta situación genera congestionamientos y un grave deterioro del asfalto, lo que aumenta la peligrosidad de circular a alta velocidad. Pero también implica un riesgo mayúsculo que en una estrecha calzada "convivan" autos particulares con camiones de carga y el transporte de pasajeros de larga distancia.
Ejemplos de este riesgo son los accidentes fatales de ayer en la 34, en Fernández entre un camión y un auto; el triple choque entre un automóvil y dos camiones también en esta ciudad del departamento Robles (el pasado sábado 21), donde murió una mujer; y la colisión frontal de un automóvil con un camión en Casares (el viernes 20), que provocó el deceso de un comerciante.
A ello se suman las muertes de personas en vuelcos o despistes que se producen porque estas rutas tienen su asfalto o banquinas en pésimas condiciones.
Es momento que se cumpla con la palabra empeñada y se concreten esas obras viales largamente postergadas. De lo contrario, se sucederán los titulares negros anunciando nuevas muertes por siniestros en ambas rutas.