"Monito" Castaño ya estuvo prófugo en otra oportunidad y se ocultó durante un año entero
La Justicia le endilga diez causas. El individuo es "polirrubro": robo, abigeato, violencia de género y, al parecer, ahora ¿dealer? Tres sospechosos aferrados a un pacto de silencio.
La policía continúa distante de Ángel "Monito" Castaño, a quien se le atribuye la ejecución de una emboscada y balacera que acabó con 7 policías heridos.
La boca del lobo fue una casa del Bº Campo Rosso, Añatuya, General Taboada.
Allí, un anónimo habría alertado a la policía que ¡"Monito" anda a los tiros por acá!
Rápido, partió un móvil y "Monito", incluidos dos cómplices, recibieron a los investigadores con una lluvia de disparos de escopeta.
Siete policías terminaron hospitalizados y sobrevino un rastrillaje que hoy se extiende por "Dora", Icaño, Tacañitas, Taboada, toda la zona rural de Añatuya y otros parajes vecinos.
Pasado y condena
Los antecedentes del "Monito" recuerdan que dos años atrás permaneció prófugo más de un año.
Recién fue aprehendido, al reaparecer en su hogar y propinarle una feroz paliza a su entonces pareja.
Paradojas policiales, no le han sido colocadas las esposas por robo, o cuatrerismo, sino por violencia de género.
Ese es un inequívoco temor de los investigadores: que el sujeto se adapte a la clandestinidad y, encima, reciba ayuda extra.
Por "ayuda", policías y fiscales entienden respaldo económico de cómplices que van más allá de Bravo, Caro y Rodríguez.
Los tres cayeron detenidos a horas de la "emboscada" (textual policial) y la prueba de parafina habría dado positivo a Rodríguez.
Mutismo total
Más allá de prolongarles la detención, los tres siguen inmutables y ninguno habría delatado al "Monito".
Hoy, la fiscal María Emilia Ganem se reuniría con jefes policiales. El encuentro tiende a acentuar los rastrillajes y "asfixiar" al entorno de "Monito".