Con profundo pesar, despidieron los restos del joven asesinado en La Banda
Desconsolados, y aún esperando explicaciones, más de dos centenares de personas, entre ellos menores con redoblantes y banderas, le dieron el último adiós a Miguel Augusto Flores.
Cientos de personas se dieron cita en una vivienda de calle Dorrego y La Pampa -del Bº Gorrini de la ciudad de La Banda- para despedir los restos de Miguel Augusto Flores, el adolescente de 14 años asesinado en un enfrentamiento entre barras.
Escenas de profundo dolor se vivieron durante toda la tarde del martes y la mañana de ayer, mientras el cadáver del menor -quien, se supone, protagonizó un violento enfrentamiento entre bandas-, estaba siendo velado en la casa de sus padres.
Familiares, amigos y vecinos arribaron a la casa y cerca de las 14.55 el cotejo partió hasta el cementerio La Misericordia, donde recibió cristiana sepultura. En la necrópolis se hicieron sentir los tambores de la hinchada de Villa Unión, club al que pertenecía la víctima.
Las escenas desgarradoras se vivieron en la parte final de sepelio cuando el cuerpo fue enterrado, los gritos de su madre y de sus hermanos -pidiendo explicación y su negación ante la pérdida- conmovieron a propios y extraños.
Averiguaciones
Mientras tanto, el Ministerio Público Fiscal trabaja en forma coordinada con distintas divisiones de la policía bandeña para dar con el supuesto autor del disparo que terminó con la vida de Flores, quien falleció mientras estaba internado en el Regional.
Pese al hermetismo con el que se trabaja en la causa, se supo que los allanamientos continuarán durante todo el fin de semana ya que a raíz de las averiguaciones se estableció que había varias personas durante el tiroteo.
Además, en los próximos días la Fiscalía citará a declarar a los amigos de la víctima, quienes regresaban con él de la fiesta a la que habían asistido y se supone que también participaron del enfrentamiento.