TRIBUNALES

Evalúan la salud mental del hombre que degolló a sus padrinos en Tapso

Un gran simulador o un sujeto trastornado, ¿imputable o no? Desde ahora, la Justicia indaga el mundo interior del doble homicida.

Los forenses del Poder Judicial iniciarán maratónicas sesiones psicológicas y psiquiátricas en procura de evaluar la salud mental de Andrés Villalba, de 45 años, confeso homicida de sus padrinos, Lucio del Valle Guzmán (86) y Nélida Romano (85), a quienes degolló el 25 de junio en Tapso.

A días del horror, se sabe que la Fiscalía de Frías concertó la primera audiencia para mañana, a cargo del doctor Armando Meossi.

Nadie duda que el albañil torturó y degolló a las dos víctimas; pero, lo que la ciencia empezará a desentrañar es en qué situación se precipitó el doble homicidio.

Los expertos adelantaron que los filtros de la psicología detectan hasta al más audaz simulador.

De Villalba se sabe que atacó a los dos ancianos, segundos después que se negaran a prestarle un auto.

Con técnicas específicas, los psicólogos develarán si el albañil controlaba, o no, sus frenos inhibitorios y si el personaje iba derecho a ejecutar un crimen, o se trató de un ataque específico contra los dos ancianos.

Hoy, los cargos endilgados prevén una condena de segura prisión perpetua, pero la defensa intuye que Villalba no está cuerdo.

Jura que el hombre no fue concebido genéticamente homicida, sin negarle un delito gravísimo, por la saña y características sangrientas. Enfrente, la Fiscalía bregará para que la última "estación" de Villalba sea la prisión perpetua.

El análisis de la salud mental del preso demandará varias semanas. Los psicólogos y psiquiatras desandarán las acciones, gestos, reacciones, fobias, traumas y todo cuanto repercutió en la vida del homicida. Luego, elevarán un informe a la Justicia.

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