La ropa interior y un buzo delataron a un empleado infiel que sustrajo más de $350 mil
Las filmaciones de las cámaras de seguridad fueron determinantes para poder identificar al autor del hecho. Quedó tras las rejas a disposición de la fiscal interviniente.
Un empleado infiel ingresó a las oficinas de la verdulería más grande de Añatuya y sustrajo más de $350 mil que estaban guardados en el interior del comercio. Las cámaras de seguridad y sus prendas de vestir (la ropa interior y un buzo) permitieron identificarlo y al allanar su casa, la Policía encontró el dinero oculto en un parlante. El acusado quedó detenido.
Altas fuentes ligadas al caso confiaron que el hecho se originó a partir de la denuncia de un hombre de apellido Leguizamón, propietario de la verdulería "El Zorzal", conocida por ser punto de venta y distribuidora en la zona.
El damnificado se presentó ante la policía y manifestó que descubrió en su oficina que uno de los cajones -tipo fichero- de su escritorio estaba violentado, alertando que allí había guardado la recaudación de los últimos días, estimando el monto entre 280 y 300 mil pesos.
Personal de la Seccional 41 y de la Brigada de Investigaciones de la Departamental 13 comenzaron a trabajar en el caso por disposición de la fiscal de turno, Dra. María Emilia Ganem. Los investigadores se hicieron presente en las instalaciones de la verdulería y allí realizaron las averiguaciones correspondientes y las pericias en las oficinas donde se produjo el robo.
Llamaba la atención que las puertas de ingreso no habían sido violentadas, pero sí el cajón. Al revisar las cámaras de seguridad, observaron cómo el autor del robo ingresó sigilosamente, aparentemente utilizando la llave del lugar. Una vez que llegó hasta la oficina se agachó y allí se pudo divisar la ropa que llevaba puesta debajo de las prendas que se divisaban e incluso su ropa interior, ya que estaba encapuchado.
El propietario y el encargado habrían coincidido que la fisonomía era coincidente con la de un empleado del lugar. Aportaron la identidad y los efectivos policiales dieron aviso a la fiscal Ganem de la situación, por lo que ésta solicitó a la jueza de Control y Garantías una orden de allanamiento y detención para el sospechoso.
La medida fue librada y personal policial a cargo del comisario mayor Carlos Cáceres se trasladó hasta un domicilio del barrio La Merced. Los uniformados irrumpieron y sorprendieron al sospechoso en el interior. Al requisar el inmueble, hallaron en el interior de un parlante unas bolsas con dinero que arrojaron la suma de $354 mil, los cuales el empleado de apellido Ponce no supo justificar, por lo que se procedió al secuestro del efectivo y a la detención del infiel empleado.