Un festejo a lo Boca y con dedicatorias
Los jugadores y cuerpo técnico fueron reconocidos antes del partido frente a Unión y después sobrevino la tradicional vuelta olímpica. Los cánticos contra River Plate fue el común denominador.
Una colorida jornada vivida desde muy temprano en la Bombonera tuvo su culminación con la tradicional vuelta olímpica, con la copa ganada en alto bailando entre banderas azul y oro entre el estruendo y el humo de fuegos artificiales. Hubo fiesta antes y después, porque desde que partió el micro del Hotel Madero hubo ruido de hinchas alentando al plantel, que tuvo su fiesta olímpica familiar en la previa del choque con Unión, porque los futbolistas fueron con sus seres queridos. Allí estuvieron Darío Benedetto y su hijo al hombro, o Ricardo Centurión junto a su novia, o Fernando Gago con sus hijos y su esposa, la ex tenista Gisela Dulko. En un placo, otro tenista fanático, Juan Martín Del Potro, siguió como siempre la escena desde las alturas. Pero también hubo incidentes, antes y después, cuando la Bombonera no dio más y muchos quedaron afuera, entonces hubo desbordes, piedras y detenidos. La historia se repitió cuando el partido con victoria sobre Unión 2-1 se había terminado y otro grupo se filtró entre el cordón policial y otra vez hubo choque con la policía. También antes del partido un drone bajó la estrella 66 que el capitán Fernando Gago insertó en un enorme escudo. Tras el triunfo con otros dos goles que hicieron más grande a Benedetto en la consideración xeneize, hubo otra fiesta de luces y sonido. Los teléfonos celulares encendidos en las tribunas completaron un escenario que significó un marco de adecuado lucimiento para la nueva coronación.
Mientras, un reloj sobre un costado del estadio marcaba los 112 años, días y horas que Boca está en primera, una de las chicanas a River.
También el locutor Ari Paluch daba otra vuelta de tuerca: "Gracias a los médicos por cuidar a nuestros jugadores", chicaneó días después de conocido dos casos de dopaje en River. Se apagaron la mayoría de las luces, aparecieron 66 estrellas que dieron su propia vuelta olímpica y luego el reflector hacia la boca del túnel del que salieron los campeones.
En esa parte el locutor cometió un furcio agradeciendo a los jugadores que "hicieron este milagro" (??): Se repitieron los coros clásicos en cada presentación de Boca, con el director técnico Guillermo Barros Schelotto, el goleador Darío Benedetto y uno de los más nuevos en el plantel, Wilmar Barrios, como los más agasajados. "Que el Pipa es de Boca y de Boca no se va", gritaban los hinchas al goleador.
Posteriormente, el plantel repitió la vuelta olímpica que ya se había realizado antes de la iniciación del encuentro, a paso lento, ante el alborozo de los hinchas que permanecieron en sus lugares y mientras comenzaba el lanzamiento de fuegos artificiales para acompañar el recorrido.