La seguridad del lugar torturaba a las "mecheras"
El fiscal Sebastián Scalera relató que los miembros de la organización que actuaban como "seguridad" del lugar atacaban a las denominadas "mecheras" que encontraban robando en los puestos, a quienes llevaban hasta galpones, las hacían desnudar y las golpeaban con cinturones.
Fuentes de la investigación aseguraron que la sospecha es que las golpeaban porque robaban "sin su autorización", ya que las bandas también "querían tener el control total del accionar de las mujeres que se dedican a robar a los eventuales clientes y a los puesteros".
Tras los operativos, por orden del juez de Garantías 5 de Lomas de Zamora, José Luis Arabito, se desmantelaron todas las estructuras metálicas que habían sido levantadas en los alrededores de la feria de "La Salada", lo cual generó la protesta de los vendedores.
"Esto funciona tres veces por semana y es tierra de nadie, lo sabemos todos, pero son las reglas del juego", dijo una de las vendedoras, acompañada por otros feriantes, visiblemente descontentos, mientras varias máquinas topadoras demolían los puestos en los que vendían sus productos, y se lamentó: "Estamos en la ruina con lo que pasó, ahora nos quedamos sin nada".