Un cura cordobés que se destaca por su "fecundo servicio sacerdotal"

Enrique Alberto Martínez Ossola nació en Córdoba el 3 de junio de 1952. Realizó sus estudios secundarios en el seminario menor Nuestra Señora del Rosario, de la arquidiócesis de Córdoba, en Jesús María, y luego pasó al seminario mayor Nuestra Señora de Loreto, también en Córdoba. En 1973 se trasladó a La Rioja y en 1975 continuó sus estudios eclesiásticos en el Colegio Máximo de los jesuitas, en San Miguel (Buenos Aires).

Según informó la Agencia Informativa Católica Argentina (Aica), Martínez Ossola fue ordenado sacerdote el 11 de marzo de 1978 por el entonces obispo de La Rioja, monseñor Bernardo Witte. Y actualmente está incardinado en la diócesis de La Rioja.

Desde su ordenación sacerdotal en La Rioja monseñor Enrique Martínez fue vicario parroquial de la Inmaculada Concepción en la localidad de Chepes y luego en Nuestra Señora del Rosario, de Ulapes.

Después se desempeñó como párroco en las parrquias Nuestra Señora de la Candelaria de Copacabana, en Malanzán; El Salvador, en Chamical; San Nicolás de Bari (catedral) y rector del santuario de San Nicolás; Nuestra Señora del Rosario, de Villa Unión; Anunciación del Señor, en la ciudad de La Rioja; y el Sagrado Corazón, de Chilecito.

Fue también director de la Junta Diocesana de Catequesis, secretario canciller durante el gobierno pastoral de monseñor Fabriciano Sigampa; vicepresidente de Cáritas diocesana de La Rioja, y por último vicario general de la diócesis de La Rioja hasta la actualidad, cargo para el que fue nombrado por el actual obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Daniel Colombo, quien al designarlo manifestó que valoró "su fecundo servicio sacerdotal, evidenciado en el afecto y la gratitud de las comunidades a las que ha acompañado durante su ministerio".