DEPARTAMENTO FIGUEROA

Apuñaló siete veces a su esposa y se internó en el monte

La víctima es una mujer de 34 años que se encuentra en estado delicado. El hombre, continúa prófugo.

De siete certeras puñaladas, un jornalero sumió la salud de su esposa en un presente de incertidumbre y cuya gravedad anoche los médicos procuraban revertir.

El epicentro de este nuevo ataque contra una mujer resultó una casa en Bandera Bajada (Figueroa). La involuntaria protagonista: Chari Pereyra, una docente de 34 años, madre de dos pequeños niños, fruto de una primera relación que finalizó también por el desamor, humillaciones y golpizas.

Optimista, en una segunda oportunidad, Pereyra apostó de nuevo al amor y rehizo su vida afectiva junto a un peón del pueblo.

Según la investigación que esta madrugada timoneaba la policía local, en las últimas horas el concubino habría estallado de furia. Nadie sabe por qué, pero sí que en escasos segundos, el sujeto tomó un filoso cuchillo y abrió siete surcos de sangre en la frágil humanidad de la mujer.

Culto a la sinrazón

Nada pareció contenerlo: ni siquiera el llanto desesperado de los dos niños, clamando por su madre. Al advertir lo terrible de su "obra", el personaje huyó de la casa y habría buscado refugio en el monte.

Para cuando arribó la policía, Pereyra yacía en un charco de sangre. Urgente, la socorrieron y trasladaron, directo, al Hospital Regional, se supo. En el nosocomio, los cirujanos atacaron, primero, las hemorragias internas, a fin de contener la abundante pérdida de sangre.

Hoy, el objetivo sería una compleja intervención quirúrgica, en cuyo transcurso intentarán revertir los daños provocados en órganos vitales de la paciente.

Mientras tanto, la Fiscalía habría imputado al agresor "homicidio en grado de tentativa" y su futuro aparecía estrechamente ligado a la evolución de la mujer. Al cierre de esta edición, la policía no lograba aún localizarlo y detenerlo.

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