A Marcela Tinayre le gustaría conducir los almuerzos con su famosa madre

Se alejó de la tele hace 15 años. Demoró en volver porque se volcó a la maternidad. No se siente ni mejor ni peor que Mirtha o Juana, y no esquiva las comparaciones.

Pasaron 15 años desde que Marcela Tinayre (66) no tenía su propio programa de televisión. El último había sido en 2002, en Canal 13, que se llamaba "Las Cortesanas". Al poco tiempo nació su hijo Rocco y decidió guardar por un tiempo a la conductora para dedicarse a la maternidad y al estudio. Pero pasó más tiempo del que imaginaba para volver.

Su nuevo ciclo se emite de lunes a viernes de 14 a 16:30 por Kzo (Canal 30 y 305 de Cablevisión). Allí la acompañan Evelyn Scheidl, Marcela Gotlib y Adriana Costantini. "Cuando me propusieron regresar a la televisión dije: ‘Vuelvo pero rodeada de amigas’, y aceptaron todo. Había visto y escrito una idea de programa y después vi un programa en Europa que me parecía simpático y dije: ‘esto es lo que quiero’, así que elegí bien a mis amigas y ¡aquí estamos! con Las Rubias + Uno. El más uno es el o la invitada", dijo Tinayre a Teleshow.

"Tuve propuestas de trabajo para radio y televisión e inclusive para hacer cine, pero como soy ‘mamá grande’, primero tuve una etapa de acompañar a mi hijo en su crecimiento. Era una etapa nueva en mi vida, en el sentido de que era volver a empezar, y me encantaba estar con él. Después me puse a estudiar (se recibió de Counseling, consultoría psicológica aplicada a la persona) y luego tuve una época que no me enamoraba de ningún proyecto. Ninguno me conmovía y pensaba que si volvía me podía arriesgar. Hice terapia, terminé de estudiar y me pregunté: ‘¿por qué no ahora?’, y justo se dio todo, fue como que el camino se te va abriendo, y dije: ‘ahora estoy lista, cuidada y con mis amigas, haciendo un programa que quiero, muy libre y sin estructuras’. Eso es lo que me embaló para empezar de nuevo", contó.

Su madre, su hija y ella eligieron trabajar en el ambiente artístico. Las tres recorren distintos caminos, pero todas están iluminadas por las grandes luces del medio. Por eso las comparaciones aparecen permanentemente. "No soy mejor que Mirtha o Juana, pero tampoco soy peor. De Mirtha valoro su enorme experiencia. Lo que sí hago a veces, cuando veo sus programas, es pensar que hubiera dejado terminar una frase (a un invitado), para retrucarle con otra cosa. No sé si eso hubiera sido mejor porque no sé si lo mío hubiese sido lo acertado. Con Mirtha no sé qué decirte, soy una madre mucho más presente, porque ella trabajó desde muy chica, pero yo no tengo ningún mambo con eso. Al contrario, nos dio bienestar, adultez, individualidad, nos enseñó en la vida que hay que tirar siempre para adelante. Porque ellos (sus padres) se iban, pero siempre llegaban a casa. Yo (de chica) era igual a Juana. Ahora que soy más grande trato de ser menos impulsiva y si bien somos iguales, Juana es mucho más sensible.

Y al hablar del ciclo televisivo de su madre, Marcela lanzó una fantasía que tiene desde hace tiempo. "Me gustaría conducir los almuerzos con ella, las dos, que sean dos generaciones".

Ir a la nota original

NOTICIAS RELACIONADAS

MÁS NOTICIAS