Apaleó, orinó y filmó con el celular a su pareja, hija de reconocida periodista
El escándalo estalló en una casa del Bº Centro. Él tiene 23 años y ella, 19. Investiga la Comisaría 41. Los médicos confirmaron las diversas lesiones.
La hija adolescente de una prestigiosa periodista añatuyense sufrió graves heridas, tras ser atacada por su concubino -que ya fue detenido- quien, además, la orinó y filmó con su celular, amenazándola con subirla a internet.
El incidente excedería los patrones convencionales de la violencia de género y trasuntaría destellos inequívocos de perversidad, de acuerdo con quienes llevan adelante la instrucción de la denuncia. Según la investigación que impulsa la fiscal Carola Olivera, la policía acudió a un hogar del Bº Centro. Y urgente, detuvo a un muchacho de 23 años. Minutos antes, su pareja lo había denunciado, acusándolo de someterla a un cruel castigo y humillaciones. El disparador habría sido un incidente por los celos.
Infidelidad
Siempre en función de la investigación, el joven la habría acusado de infidelidad y le exigía que le revelara la clave del celular para indagar en los whatsapp.
Como la adolescente dijo no, el presunto agresor pasó a mayores. La derribó a trompadas. Reducida y en el piso, el sujeto la habría orinado. Si la víctima pensó que allí terminaba el calvario, se equivocó. Acto seguido, el hombre encendió el celular y la filmó.
"Ya vas a ver, todo esto lo subiré a internet y también se lo pasaré a tus amigos por Whatsapp", habría amenazado el joven.
Recurrencia
"No es la primera vez que me pega; ya lo hizo antes, pero nunca así", habría subrayado la adolescente a las autoridades policiales.
Después de la presentación, la Fiscalía condujo a la jovencita ante los médicos Mamaní y Mitoni, quienes habrían confirmado las agresiones físicas.
La jovencita, manifestó que tiempo atrás "me alejó de mi madre. Es más, me amenazó que donde la vea le va a prender fuego a ella también", ahondó la denuciante en su declaración testimonial.
Factor psicológico
Ahora, la Fiscalía puso manos a la obra. Prima facie, lo que viene serían un informe socioambiental y pericias psicológicas.
"Lesiones agravadas por el vínculo", serían los cargos por los cuales el individuo afronta un proceso de imprevisble final.
Generaría interés en los investigadores el empecinamiento en humillarla, orinándola y filmándola.
Allí se focaliza la impronta investigativa, ante la posibilidad de que la crisis solo fuese el disparador para liberar la real personalidad del supuesto agresor.
Hastan tanto sean elevados los informes, el hombre permanecerá detenido en un organismo de seguridad, bien lejos de la adolescente apaleada.