EN PRIMERA PERSONA

Una santiagueña cuenta cómo es vivir en alerta en Londres tras el atentado

Hace 13 años que Daniela Hetmañiuk vive en Londres. Casada con un portugués y con dos pequeñas hijas, tuvo que cambiar varios de sus comportamientos habituales.

Tras el atentado suicida ocurrido en la noche del lunes en Manchester que causó 22 muertos y más de 60 heridos a la salida de un recital, el Reino Unido vive en estado de alerta. Todo el país se encuentra en estado de alerta máxima, lo cual derivó en el despliegue de casi 1.000 soldados en sitios sensibles de Londres, una de las emblemáticas capitales financieras del mundo.

Precisamente, en Londres, reside desde hace 13 años la santiagueña Daniela Hetmañiuk. Desde allí, la modelo y emprendedora en el ámbito de la moda, contó cómo este atentado que sacudió a todo el mundo, impactó en la vida diaria de su familia: sus dos pequeñas hijas y su esposo. Y también, cómo es vivir entre el miedo, la bronca y la incertidumbre.

"Es horrible lo que pasó. Creo que todos estamos consternados por semejante atrocidad. Yo en particular siento rabia, ansiedad, angustia. Soy mamá de dos niñas y trato de sobreprotegerlas, a ellas, a mi marido, que toma el transporte todas las mañanas para ir a trabajar, pero la vida continúa", sostuvo.

Hay una distancia de casi 4 horas en auto, desde Manchester en el centro del país y donde fue el atentado, hasta Londres. Pero el temor y las nuevas precauciones que se adoptaron en la vida diaria llegaron más rápido y modificaron algunos comportamientos. Esa alerta, está instalada en todas las ciudades. Más aún en la capital del Reino Unido.

Daniela contó: "Ahora tratamos de evitar lugares con mucha gente que puedan ser blancos", algo impensado hasta esta semana. La situación no es fácil en una ciudad con casi 13 millones de habitantes, cosmopolita y donde viven unas 8.000 personas por cada uno de sus 1.572 km2 de superficie.

La santiagueña también recordó: "Cuando llegué a vivir a Europa, venía de haber vivido en México y decidí quedarme porque lo que más me gustó era que podía sentirme libre y segura de caminar por la calle". Ahora, cuesta sobrellevar esta situación: "A mí me cuesta. Es cuando extraño la tranquilidad de Fernández", contó la mujer que vivió su niñez y adolescencia en esa ciudad del interior santiagueño, antes de llegar a Santiago y de iniciar su vida en otras capitales del mundo.

Lejos de la multitud

"Estas situaciones -puntualizó- siempre me sensibilizan. Pero, esta vez, un atentado en un concierto con niños, me marcó, causa angustia, impotencia, miedo de ir a una estación de tren, a un aeropuerto, pero hay gente a la cual para llegar a su trabajo no le queda otra opción".

Cuestiones cotidianas han sufrido un quiebre. Situaciones tan normales como llevar las nenas al colegio han cambiado. "Ahora trato de no tomar el transporte público, voy caminando o en auto, y voy lo menos posible a zonas turísticas o shoppings", añadió Daniela.

Desde ayer, la geografía de las calles londinenses también ha cambiado. "Hoy (por ayer) salieron militares a las calles. Hay mucha patrulla también", contó. En ese escenario, confió que la "sensibiliza" escuchar las sirenas de ambulancias y de la policía.

"Cuando pasan estas cosas quiero volver a la Argentina, pero lo peor es que no sé si algún día van a parar", señaló. Por lo pronto, la santiagueña trata de acostumbrarse a sus nuevas rutinas. A cuidar de su familia y en esta nueva pelea, de tratar de ganarle al miedo y a la incertidumbre, día a día.

Ir a la nota original

NOTICIAS RELACIONADAS

MÁS NOTICIAS