Apresan a santiagueño que

Perdió una hija en un femicidio y ahora teme por otra de ellas

El acusado fue detenido el viernes a la noche. El padre de la damnificada brindó su testimonio a EL LIBERAL.

El joven que amenazó a su exnovia con un arma de fuego a la salida de un profesorado -y que realizó un disparo al aire-, fue detenido y quedó a disposición de la Justicia. El acusado fue denunciado también por un compañero de su ex, el cual intervino cuando ella forcejeaba con el imputado y también fue amenazado de muerte.

El grave incidente se registró la noche del martes en la vereda de la Escuela Normal, en cuyo edificio funciona el Profesorado de Matemáticas. El violento episodio tuvo entre los testigos al padre de la joven, quien en diciembre último ya perdió a su hija mayor a manos de un femicida.

Con el agresor tras las rejas, pero aún con la intranquilidad y la angustia que soportó esta semana, el hombre, L.M., dialogó con EL LIBERAL para contar el calvario que vive su familia.

“La verdad que fue una situación muy difícil. Hace muy poco tiempo hemos sufrido el femicidio de mi hija mayor y ahora casi se vuelve a repetir. Son similares los casos. Mi hija también había querido cortar la relación con su pareja en ese momento, él no quería y hemos tenido ese trágico final”, recordó el padre de la joven protagonista del caso del martes y del femicidio en el barrio Juan Díaz de Solís, de diciembre.

En vísperas de Navidad, V.M. fue asesinada a manos de David Juárez. El hombre le aplicó varias cuchilladas en la vivienda que compartían. Luego, él cerró la casa y subió a su motocicleta. En la ruta 208 se estrelló contra un camión.

Relato

“Ahora fue una situación parecida. Mi hija no convivía con él, era un noviazgo, y hacía dos meses que estaban separados porque ella no quería seguir saliendo, pero él la hostigaba por teléfono, por WhatsApp, con fotos”, explicó L. M.

“Hacía dos semanas que (su hija) no iba al profesorado porque ya había intentado interceptarla, por lo que decidimos que por unos días no asista a clases. Esta semana había vuelto y pasó esto”, dijo.

Seguidamente remarcó: “La angustia también se dio porque el incidente sucedió el martes, pero recién el viernes a la noche fue detenido. Estos tres días la pasamos muy mal, encerrados en la casa, con mucha intranquilidad y mi familia aún está muy débil por lo que nos tocó pasar (la muerte de su hija mayor)”.

Testigo

Al ser interrogado sobre lo que sintió el martes al presenciar tamaña situación, L.M. deslizó: “Temía por la vida de ella. Ese día tenía que salir a las 21.30, pero un profesor les pidió que se quedaran para adelantar una hora del día siguiente. En ese momento, ella bajó al bar y se encuentró con que él estaba de espaldas en el interior del edificio, cuando no es alumno ni nada por el estilo”, continuó.

“Inmediatamente ella me avisó por mensaje de la situación, por lo que me dirigí a buscarla. Cuando estoy llegando, observo el incidente”.

El acusado “entró al profesorado y la sacó por la fuerza. Un chico se interpuso entre ellos y él (el agresor) le apuntó con el arma a este compañero, diciéndole que si se metía lo iba a matar. Otros jóvenes vieron el forcejeo y entonces hizo un disparo al aire y comenzó a correr. Yo lo seguí, pero no lo pude alcanzar”, recordó.

“Cuando vi que tenía un arma no me importaba nada, quería saber que mi hija esté bien; corrí hasta ella y al ver que no estaba lastimada salí tras él”.

Por último sostuvo: “El temor continúa, porque no sé cuánto tiempo estará detenido. Pero además de la denuncia de mi hija, está la del otro muchacho. Esperemos que la Justicia actúe como tiene que hacerlo”.

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