Un santiagueño fue decapitado y otro fue baleado en Mar del Plata
Las muertes estarían vinculadas a ajuste de cuentas por narcotráfico.
En lo que sería un ajuste de cuentas entre bandas vinculadas al narcotráfico, tres jóvenes, dos de ellos menores de edad, fueron asesinados y uno de ellos fue decapitado y cremado.
Todas estas muertes se dieron en el marco de una serie de cruentos enfrentamientos que se prolongaron durante unas siete horas en un barrio periférico de Mar del Plata. Dos de los ultimados, eran santiagueños oriundos de Río Hondo.
Según indicaron fuentes policiales de esa ciudad, la violencia en el límite entre los barrios General Pueyrredón y El Martillo, que derivó también en dos heridos graves y varios autos incendiados, se habría originado con el crimen de un hombre de 31 años que salía de la cárcel pocos días atrás.
La espiral de violencia entre la noche del domingo y la madrugada del lunes terminó cuando fue fusilado Nelson Alderete (santiagueño), de 25 años, cuyo cuerpo fue decapitado e incinerado. Antes, Alderete había asesinado a balazos a Francisco Chávez, de 15 años, y a Brian Falcato, de 17.
Todo se habría iniciado el 30 de abril pasado con el asesinato de Matías Moyano (santiagueño), de 31 años, en el marco de un aparente ajuste de cuentas.
El hombre salía a bordo de una moto junto con su novia de la cárcel de Batán para gozar de una salida transitoria, cuando un hombre que iba en otra moto se le puso a la par y lo asesinó de cuatro balazos.
Los investigadores sospechan que ese crimen detonó una venganza urdida por Alderete, quien era su amigo íntimo y juntos habían llegado de Río Hondo, a la zona de la ciudad balnearia.
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El domingo último por la noche, Alderete se apostó con un arma en Sicilia y Vidal, donde esperó el paso del auto Volkswagen Gol Trend en el que pasaba Mariano Lezcano, un joven de 18 años al que adjudicaba la autoría del crimen de su amigo. Alderete abrió fuego e hirió gravemente en la cabeza a Chávez, quien viajaba como acompañante en el auto.
Lescano llevó al chico al Hospital de Urgencias, donde horas más tarde murió, y se inició una nueva "vendetta" que desató un vendaval de violencia. Dos jóvenes, Falcato y Lautaro Olivera fueron a buscar a Alderete, con quien se enfrentaron y terminaron gravemente heridos.
Falcató murió y Olivera resultó con heridas, mientras que otro grupo aún más numeroso siguió la venganza contra Alderete. Finalmente, el joven fue cercado, acribillado y decapitado, para luego ser incinerado y enterrado bajo unas chapas, en la casa de su novia, adonde había buscado refugio.
Para concretar el salvaje ataque, los autores habían creado barricadas con autos que incendiaron con el fin de impedir el paso de la Policía. Durante el episodio también fue herido un joven de apellido Heredia, que era allegado a Alderete y terminó apuñalado.
En el caso tomó intervención la fiscal María Isabel Sánchez, que ordenó una serie de investigaciones para dar con los autores del crimen de Alderete y la agresión contra su amigo, además de los daños contra los rodados. Por otro lado, fuentes de la investigación revelaron que en las próximas horas se iban a realizar al menos una decena de allanamientos en la zona para buscar a participantes de las sangrientas trifulcas.