HERMANAS BENEDICTINAS

La vocación y misión de fabricar las hostias para todo el NOA

Las religiosas de clausura, que residen en el barrio América del Sur, disponen de un taller exclusivo en donde fabrican miles de hostias para toda la diócesis de Santiago y provincias vecinas.

En el monasterio “Madre de la Unidad” de las hermanas Benedictinas en el barrio América del Sur de la ciudad capital, cinco religiosas de clausura no solamente oran por las necesidades de toda la comunidad, sino que también fabrican las hostias para toda la diócesis de Santiago del Estero y de otras provincias.

Puertas adentro, estas religiosas tienen su vida consagrada a la oración y arduas jornadas de trabajo para cumplir con las miles de hostias que les encargan para las celebraciones de Semana Santa y para el resto del año.

Los días de las Benedictinas están pautados por horas de oración y trabajo. La mayor labor de esta congregación es la fabricación de hostias, pero también elaboran artesanías, como la fabricación de imágenes de yeso y la decoración de cirios pascuales, en la medida que los tiempos se lo permiten.

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En un taller especial que se encuentra en el monasterio, las religiosas se dedican a la fabricación de las hostias en la que conjugan el amor a Dios y su servicio a la comunidad. Aunque son pocas y sólo una de ellas está exclusivamente trabajando en esta tarea, desarrollan su misión de lunes a jueves en este taller. Actualmente son cinco hermanas las que residen en el monasterio, de las cuales tres trabajan activamente y dos ya tienen 91 y 75 años. Ellas son las que también merecen la atención y el cuidado de las otras tres religiosas.

De las cinco hermanas, cuatro son de clausura y el año que viene una realizará los votos perpeutos.

“La falta de vocaciones se hace sentir, pero confiamos en Dios”, aseguró la madre María Mectildis Figueroa.

Misión

“Todos estos días hemos estado bastante atareadas, por la gran cantidad de pedidos que hemos tenido; casi nos quedamos sin hostias porque hemos tenido muchos pedidos. Hicimos los envíos para las parroquias de la diócesis, pero también enviamos a Salta, Paraná y Jujuy”, contó la priora.

Miles de hostias se fabrican por semana. Las hermanas las venden por peso. En cada kilo aproximadamente hay 3.000 hostias; y en el tiempo de Cuaresma envían hasta 10 kilos para las provincias cercanas.

“Hay reservas, pero ahora ya no hay nada más. Lo que tenemos es lo que se está haciendo ahora, para después de Semana Santa. Al principio de la Cuaresma empiezan a pedirlas, que es el tiempo más fuerte del taller. Pasada la Pascua los pedidos bajan un poco, pero antes de Pentecostés vuelven a pedir mucho. Tratamos de que nunca falten las hostias”, agregó la priora.

Este monasterio cumplirá 52 años el próximo 7 de julio y desde hace más de 30 años que las religiosas trabajan en la fabricación de hostias.

Esta congregración fue fundada por unas hermanas italianas que tienen una misión especial dentro de la iglesia: rezar por la unidad de la iglesia. Por eso a este monasterio se llama Madre de la Unidad. 

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