EN PRIMERA PERSONA

De pie y muy digna en su dolor, la víctima

Aún amargada por lo terrible de lo vivido, la víctima supo expresarse con naturalidad, coherencia y contundencia.

"Él -su padre- siempre buscaba siempre privacidad y soledad". Él dominaba la situación, pese a la resistencia de la niña.

Fueron tantas las vejaciones, con escasa higiene incluida, que en más de una ocasión sufrió secuelas en su salud: "Muchas veces me ardía", dijo. Ello la obligó a interiorizarse sobre prevención. Subrayó que su mundo también se vino abajo al morir su abuelita, quien la contenía.

Nacer de nuevo

Hoy, con su madre y hermanos, intentan comenzar de nuevo.

Ella estudia y su madre trabaja, quien debe cumplir un doble rol frente a sus hijos, pero segura de que se trata de una vida real, no fragmentada, y sin mentiras; y con sus hijos alejados de todo peligro.

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