Le rompió el tobillo a un rival y no quiso seguir jugando
La culpa pudo más y el norteamericano no quiso continuar en el campo de juego. "No estaba bien", declaró después.
El hecho tuvo lugar en el partido que enfrentó a Tijuana y Pachuca, en el fútbol mexicano. Michael Orozco cometió una falta durísima contra Hirving Lozano, y debido a la culpa que sentía, pidió no seguir jugando.
Los tapones del jugador norteamericano dejaron una escalofriante marca sobre el tobillo del colombiano, de ascendente carrera en el fútbol azteca. Orozco solo fue amonestado, pero al ver que Lozano era retirado en camilla pidió el cambio y no jugó el segundo tiempo.
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"No estaba cómodo y estoy muy triste porque es una figura que va creciendo y es muy importante para la Liga y para el Pachuca. Nunca fueron mis intenciones que saliera de esa manera. Estoy muy apenado, la verdad no tengo palabras, vi las imágenes y tampoco quisiera que me pasara a mí", declaró tras el partido.