Rusia despenaliza la violencia machista
Sólo cuando el agresor vuelva a golpear al mismo familiar en el plazo de un año podrá ser procesado por la vía penal y castigado con la cárcel.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha promulgado la polémica ley que despenaliza la violencia machista, siempre que el agresor no sea reincidente en un plazo de un año, proyecto que ha sido muy criticado por los activistas de derechos humanos. Ahora, las agresiones que causen dolor físico, pero no lesiones, y dejen moretones, arañazos o heridas superficiales a la víctima no serán consideradas un delito, sino falta administrativa.
La legislación reduce las agresiones contra familiares a una ofensa civil en lugar de un delito criminal en primeras instancias, cuando la víctima no ha sufrido daños graves. La alarma ha saltado entre los activistas de los derechos de las mujeres que temen que la nueva normativa aliente los abusos.
Sólo cuando el agresor vuelva a golpear al mismo familiar en el plazo de un año podrá ser procesado por la vía penal y castigado con la cárcel, siempre y cuando la agredida logre demostrar los hechos, porque la Justicia no actuará de oficio en estos casos.
"La descarada injerencia en la familia" por parte de la Justicia "es intolerable", dijo Putin a finales de 2016 en su rueda de prensa anual al responder a una activista que le preguntó sobre la conveniencia de acabar con una ley que permite "encarcelar a un padre por unos cachetes en el culo que el niño se ha merecido".
Los defensores de la ley consideran que el proceso administrativo acelera los trámites a la hora de denunciar y, al mismo tiempo, no impide al agresor rehacer su vida, ya que la ley no le inhabilita para ejercer cualquier profesión. Además, en caso de reincidencia en el seno familiar, el agresor no se librará del castigo penal, independientemente de las circunstancias de la agresión.
De acuerdo con las encuestas, casi un 60 por ciento de los rusos respaldan una reducción del castigo para conflictos menores en el seno familiar.
Entre 12.000 y 14.000 mujeres mueren todos los años a manos de sus parejas en Rusia, según datos difundidos por el Ministerio de Interior ruso, mientras otras fuentes hablan de que una mujer muere cada 40 minutos en Rusia víctima de la violencia de género. De acuerdo con los expertos en violencia de género, el 90 por ciento de los denunciantes en Rusia no acuden a los juzgados porque el procedimiento es muy engorroso.