Molinari juzgó que el control aéreo es ineficiente e instó a acentuar la vigilancia por tierra
Resaltó la tarea de las fuerzas de seguridad e instó a seguir trabajando coordinados ante el flagelo.
El juez Federal doctor Guillermo Molinari abogó para que "los controles aéreos sean más eficientes". Hasta tanto el cometido sea logrado, instó a extremar las vigilancias por tierra.
En diálogo con EL LIBERAL, el magistrado no evadió su preocupación por los vuelos clandestinos que surcan el cielo santiagueño, en el interior provincial.
Recordó: "Yo ya dije que sería una necedad negar la existencia de pistas clandestinas en la provincia. Vea, hoy en una hora puede adecuarse un campo luego de ser cosechado y convertirlo en una pista. Allí, de acuerdo al porte del avión y habilidad del piloto puede descender una nave", subrayó el magistrado Federal.
Variantes
Consciente de la realidad, Molinari dijo: "El radar de control aéreo es ineficiente".
Y, en tal sentido, interpretó: "El tema está en que si no pueden controlarse los vuelos clandestinos por aire con la eficiencia necesaria, hay que acentuar la vigilancia y la estrategia, pero por tierra".
Insistió: "Deben buscarse los mecanismos para propiciar los controles y hacerlos más efectivos".
Pero en un escenario ideal, destacó que es vital la eficiente vigilancia aérea.
Más adelante, consultado sobre la dura lucha contra las drogas, Molinari instó a "darle mayor seriedad al tema de los vuelos clandestinos".
En tal sentido, juzgó que "es la única manera de controlar al narcotráfico", acotó.
"En muchas ocasiones se nos solicita intervenir; nosotros actuamos cuando lo hacen las fuerzas de seguridad".
Justamente, al referirse a éstas, el magistrado las elogió "porque hacen un excelente trabajo. Allí es cuando la Justicia actúa, al requerírsele intervenciones telefónicas, allanamientos u otras medidas".
Desde esa labor, en los últimos meses la Justicia comandó varios procedimientos y aguó golpes millonarios.
El más importante: el secuestro de 450 kilogramos de cocaína, cerca de Nueva Esperanza, Pellegrini.