El intendente de Suncho Corral tuvo una leve mejoría, pero sigue crítico
Sebastián Azar, hijo del jefe comunal, aseguró a EL LIBERAL que su padre experimentó una pequeña evolución. De todos modos, su estado general es crítico. Está en el Hospital Regional.
El intendente de Suncho Corral, Jorge "Tala" Azar, quien protagonizara un terrible accidente automovilístico en el que perdieron la vida dos de sus amigos cercanos, experimentó "una leve mejoría", según reveló, a EL LIBERAL, Sebastián Azar, su hijo.
El jefe comunal suncheño es atendido por médicos en el servicio de terapia intensiva del Hospital Regional Dr. Ramón Carrillo.
Azar presenta politraumatismo de cráneo y está conectado a un respirador artificial.
"Mi papá ha experimentado una leve mejoría. De todos modos, no deja de ser un paciente crítico, con pronóstico reservado", destacó Sebastián Azar en diálogo con EL LIBERAL.
"Solo queda esperar y tener fe en Dios y aguantar todo lo que suceda", enfatizó Sebastián para luego ponderar la atención de los profesionales que atienden a su padre en el mencionado nosocomio santiagueño.
"Realmente, hay que sacarse el sombrero. Estoy agradecido por todas las atenciones que recibe", puntualizó.
Agradecimientos
Sebastián apreció el interés de amigos de su padre que, diariamente, consultan por el estado de salud en que se encuentran. También hizo público su agradecimiento a la gobernadora, Claudia de Zamora, y al senador nacional, Gerardo Zamora, por las permanentes consultas que realizan por la salud del intendente de la ciudad de Suncho Corral.
Azar protagonizó un violento accidente la noche del domingo último, cuando regresaba de sus vacaciones junto con el matrimonio Llado Garnica.
Sus amigos perdieron la vida en el acto tras despistarse de la camioneta en la que viajaban y colisionar en la banquina con un acoplado estacionado a la vera de la 89. Sebastián remarcó que "Tala", como lo llaman sus amigos, continúa en grave estado general, con pronóstico reservado, producto del traumatismo de cráneo, contusión cerebral y complicaciones respiratorias que sufrió como consecuencia del siniestro vial.
Persiste en coma farmacológico, con respiración asistida y con riesgo de vida. Sebastián, como toda su familia, tiene fe en que Dios obrará un milagro.