Macri entregó los sables a oficiales de las fuerzas de seguridad recién ascendidos
Llegaron a los máximos grados de la Policía Federal, Prefectura Naval, Gendarmería Nacional y policía de Seguridad Aeroportuaria.
El presidente Mauricio Macri encabezó en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno la ceremonia de entrega de sables, espadines y bastones a los nuevos oficiales superiores de la Prefectura Naval Argentina, Gendarmería Nacional, Policía Federal y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), recientemente ascendidos. E stuvieron presentes en el acto la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y los titulares de la Prefectura Naval, prefecto general, Eduardo René Scarzello; de la Gendarmería, comandante general, Gerardo José Otero; la subjefa de la Policía Federal Argentina, Mabel Franco, y el director nacional de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, Alejandro Itzcovich Griot. Los ascensos En total fueron promovidos doce oficiales de la Prefectura al grado de prefecto mayor; siete de la Policía Federal a comisarios generales; siete de Gendarmería a comandantes generales, y seis de la PSA a comisionado general. En la Prefectura ascendieron al grado de prefecto general Alejandro Rajruj, Rodolfo Zurmuhle, Osvaldo Ríos, Martín Ruiz, René Reibel, Francisco Sussini, Armando González, Walter Guido, Armando Nieto, Ernesto Klocker, Raúl Groh y Mario Farinon. A su vez, en la Gendarmería fueron promovidos a comandantes generales Roberto Daniel Godoy, Rubén Alcides Tisocco, Raúl Silvino Contreras, Luis Héctor Lagger, Jorge Daniel Perrone, Manuel Nelson González y Rubén Darío Altamirano. Comisarios A comisario general de la Policía Federal ascendieron los espadines correspondientes a su grado Claudio Alberto Tapia; Ricardo Leopoldo Vivas, José Luis Valdivia, Juan Carlos Benítez, Jorge Omar Antoniuk, Marcos Antonio Quiroga y Juan Antonio Calderón. Macri entregó posteriormente los bastones a los nuevos comisionados generales de la PSA, Guillermo Frankenberger, Miguel Ángel Martino, Martín Bruna, Marcelo Pultera, Mario Roberto Fernández y Emilio Lencina. En el comienzo de la ceremonia, el administrador diocesano del Obispado Castrense, monseñor Pedro Candia, pronunció una invocación religiosa y bendijo los sables, espadines y bastones, atributos de los oficiales.