"El papá decía que su hija se moría en sus brazos"

Como todos los días de servicio, los efectivos Vizcarra y Santillán se encontraban en la Guardia de la sede policial cuando una pareja irrumpió desesperada con su niña de 4 años en brazos gritando que "la chiquita se moría".

En ese terrible momento, el padre de la niña -Américo Ruiz, acompañado por un vecino- solicitó ayuda a los agentes porque la nena estaba sufriendo convulsiones. "Mientras me encontraba en el comedor de la dependencia, escuché bocinas y gritos, cuando salí vi a mi compañero que asistía a una pequeña en brazos de su padre, entonces corrí a ayudarlo", relató Vizgarra.

"En un momento, observé que la niña despedía una especie de espuma blanca por la boca, por lo que con mis dedos agarré su lengua para evitar que se la tragara, mientras que mi compañero solicitaba ayuda a los móviles policiales y ambulancia para su traslado. La pusimos boca abajo y comenzó a devolver los medicamentos que había tomado. En ese instante, estalló en llanto, lo que nos alivió porque entendimos que ya respiraba un poco mejor", añadió.

De inmediato, los efectivos tomaron a la niña y la hicieron ingresar a la dependencia donde siguieron con las tareas de resucitación dándole respiración boca a boca mientras esperaban la llegada del móvil policial.

Cuando lograron una reacción de la niña, inmediatamente los funcionarios policiales la trasladaron en la patrulla al Cepsi, donde quedó internada hasta que ayer le dieron el alta. "Yo me acordaba de mi hija, que tiene aproximadamente la misma edad y me sentí muy emocionado al ver que respondía finalmente a la tarea de resucitación que implementamos", expresó el cabo Santillán.

"Ese primer llanto, fue muy revelador ya que cuando la niña llegó, su estado era muy malo, casi sin signos vitales, con los bracitos tendidos al lado. Nos emocionó mucho escucharlo y ver al padre cómo abrazaba a su hija y lloraba de felicidad y alivio", agregó Vizcarra.