"Chano" Charpentier volvió a conmover con su lucha contra las drogas
Santiago "Chano" Moreno Charpentier (35) se ha convertido en la figura que más espacios ocupa en los medios desde sus últimas internaciones. El líder de Tan Biónica recorre programas de TV hablando de su problema con las drogas, y su búsqueda de rehabilitación.
Ayer visitó "Morfi, todos a la mesa", y otra vez logró conmover con su historia personal. "Si yo me muero, que le pongan ‘Ciudad Mágica’ (por su canción) al subte no me sirve de nada. Yo quiero vivir", aseguró.
El cantante volvió a contar su experiencia con las adicciones. "Quiero estar limpio y por momentos no. Por eso la ciencia no lo entiende. Tengo un psiquiatra... a quien a veces le hago caso y a veces no", se sinceró Chano. Y sobre su tratamiento, volvió a elogiar el trabajo de los médicos que lo cuidan permanentemente. "Encontré a una persona que me ayuda a parar de consumir... Por momentos paro".
Sin dudarlo, con sensatez, el ex líder de Tan Biónica explicó su "solitaria vida" a causa del consumo de drogas. "Es bastante solitaria la vida de la falopa, por eso es tan peligrosa. No se la recomiendo a nadie. Para mí es una basura. Pero está bueno decirle a la gente que hay personas que tienen problemas. Freud decía: ‘Por suerte somos todos neuróticos’. Algunos tienen problemas con la comida, otros con otras cosas", dijo.
"¿Realmente querés salir o sos de esos que dicen ‘La vida es la obra...", le consultó Rozín. A lo que Chano, contestó: "La obra no va a tomar un café. Si yo me muero, que le pongan ‘Ciudad Mágica de Buenos Aires’ al subte J no me sirve de nada. Yo quiero lo que inventó Dios, si es que lo hay (se refiere a la vida). La idea mía es la de un tipo normal: juntar unos mangos y comprarme una casa al lado de la playa. Y que no me conozca nadie. Tampoco voy a renegar de eso, porque me gusta ser conocido. La gente me quiere mucho. Los argentinos somos gente muy buena. Se nos tilda de cancheros, pero Borges decía que nadie destaca la amistad del argentino", remarcó.
"El adicto puede ser una buena persona. Yo no le hago daño a nadie, salvo a mí mismo. Igualmente, tampoco cuando consumo digo ‘me voy a hacer daño’. Tal vez el cerebro lo hace bajo otra excusa. Yo encuentro otra excusa: ‘No me puedo perder esto’. A veces me pasa. Ahora estoy bien. Cuando esté mal no voy a venir acá", detalló al respecto.
Allí, Rozín le preguntó si disfruta de la vida y cuáles son aquellos momentos. ‘Disfruto de todo. Hablar con las personas. Cuando se elimina ese respeto estúpido que se me pone, a veces’, completó.