Economista advierte que la baja de las cargas salariales no tiene efectos en el empleo
“Las empresas de alta
productividad no tienen
problema en pagar las
cargas sociales. Lo tienen
las empresas que basan
su subsistencia en la evasión”,
sostuvo Víctor Beker,
director del Centro de
Estudios de la Nueva Economía
de la Universidad
de Belgrano, en respuesta
al diagnóstico del nuevo
ministro Nicolás Dujovne,
quien había señalado
que “la carga laboral es alta
frente al resto del mundo y
eso explica que la Argentina
tenga 35% de empleo en
negro”.
De acuerdo con Beker,
“el camino del desarrollo
pasa por generar una
transferencia de recursos
de las actividades de baja
productividad, basadas en
el uso intensivo de trabajo
informal y precario, hacia
aquellas de alta productividad
que caracterizan a
la economía moderna, con
empleo formalizado y de
calidad. Pero la clave para
ello radica en producir una
inyección de capital que
permita expandir la masa
laboral empleada en el sector
de alta productividad”.
Sin embargo, el economista
advierte que ese
“shock de inversiones por
ahora no se avizora”. Según
su análisis, “hay un leve
crecimiento en el empleo
en blanco y se habría
detenido la pérdida
de puestos de trabajo en
el mercado informal”. Pero
admite que “la evolución
en 2017 está atada a lo
que suceda con el sector de
la construcción, uno de los
pocos que aún es mano de
obra intensivo, particularmente
con la obra pública”.
En diálogo con EL LIBERAL,
Beker se refirió
al efecto de la reducción
de cargas sociales en
el sistema jubilatorio y en
las obras sociales e indicó
que “según cuáles sean las
cargas sociales que se disminuyan,
puede haber un
desfinanciamiento de la
seguridad social y/o de las
obras sociales. Esto, en última
instancia, implicaría
una reducción en los ingresos
salariales en la forma
de menores prestaciones
actuales o futuras”.
Asimismo, consultado
sobre el efecto de bajar
cargas sociales y su impacto
en el empleo, sostuvo
que “un estudio realizado
en 2010 justamente por
Sebastian Galiani –hoy viceministro
de Economíajunto
a Guillermo Cruces
y Susana Kidyba, que analizaba
la experiencia de la
baja de las cargas sociales
en los noventa, concluía en
que “los resultados indican
que cambios en las tasas
impositivas sobre la nómina
salarial sólo han tenido
un traslado parcial a los salarios
pero no han tenido
ningún efecto significativo
sobre el empleo”.
“El efecto fue un aumento
de la rentabilidad
de las empresas y, en menor
medida, de los salarios
de bolsillo. Por tanto, habrá
que ver la letra chica
de los proyectos para evaluar
si en esta ocasión pueden
generar resultados diferentes
a los alcanzados
20 años atrás”, dijo Beker.
En cuanto al régimen
de pasantías, un tema que
cobró vigencia en los últimos
días, señaló que “facilita
el primer contacto
del joven sin experiencia
con el mundo laboral. Esto
los capacita para poder
iniciar una carrera laboral.
Especialmente en un
mercado en el que se exige
algún tipo de experiencia
para acceder a cualquier
puesto de trabajo. Lo que
debe vigilarse es que no se
convierta en un mecanismo
para sustituir empleo
actual por mano de obra
barata, lo cual permitiría
bajar costos laborales pero
redundaría en menor
empleo”. l