Mama Antula recorre México gracias a un artista santiagueño
Sergio Herrera conoció a un mexicano a quien le regaló un dibujo de la beata, y fue motivo para que comenzara a difundirse su obra.
Sergio Herrera es un artista santiagueño, reconocido en la provincia como en otras partes del mundo, que en noviembre del año pasado, viajó a México a un encuentro de Muralismo y Arte Público.
El portal digital Diariopanorama.com relata que en el encuentro conoció a Alberto Torres, un reconocido contador del lugar, quien además tiene pasión por el arte. En una oportunidad, invitó a Herrera a pasar un tiempo con su familia en Pachuca y otros lugares de Hidalgo.
Días antes de regresar a la Argentina, Sergio pensó en hacerle un obsequio a Alberto, a modo de agradecimiento por su hospitalidad. Quiso que aquel regalo tuviera algo propio de nuestra provincia, y recordó que en las paredes de la casa había visto varias imágenes religiosas. Pensó en hacerle un dibujo, y cuando abrió su carpeta, como por causalidad, apareció la Mama Antula.
Se trataba del boceto de un mural que el joven realizó en la Fundación Mama Antula en Loreto, y estaba sin terminar. En aquel boceto, el artista buscó contar la historia de la beata, y la mostró caminando por el monte, llevando la palabra de Dios a los pueblos originarios, y no con la cruz en la mano, sino caminando sobre ella, con las manos en su corazón, significando la entrega de amor por el más necesitado.
El día que le entregó el boceto y le explicó que no era una imagen oficial, fue el 12 de diciembre, día en que en México se celebra el Día de la Virgen de Guadalupe. Esta coincidencia fue lo suficientemente significativa para ganarse la confianza de Alberto, quien quedó fascinado con su historia y comenzó a buscar información sobre la beata.
“Dicen que no hay coincidencias sino ‘Dios-cidencias’, conozco de los Ejercicios que tanto promulgó Mama Antula, he vivido 3 retiros de silencio con los hermanos jesuitas aquí en México (de completo silencio), sin dudar, Dios me preparó en cada uno de ellos, porque después de cada retiro venían sucesos importantes a mi vida”, indica Alberto en su carta pública donde cuenta cómo llegó a conocer a la beata.
Luego de conocerla, Alberto se sintió tan identificado con ella que decidió difundir su devoción. Es así como hizo enmarcar el boceto y le dio un lugar en su bar de comidas La Karreta, comentándoles a los visitantes del lugar de quién se trataba. Además, como tiene muchos contactos y amigos en el ambiente del arte, le pidió a un escultor que le hiciera la imagen en bulto para poder hacerle un lugar en su pueblo y de esa manera propagar la fe.