Madre llevó a su hijo a devolver $ 10.000 que robó a cordobés
El dueño de casa entregó las cámaras a la policía. La caída del joven, de 17 años, fue cuestión de horas. Su madre, lo salvó.
A la vieja "usanza", una mujer llevó ayer a los Tribunales al hijo adolescente y obligó a devolverle un fajo de $ 10.000 que le había robado a un cordobés.
Éste reside en la ciudad de Quimilí, departamento Mariano Moreno, distante 210 kilómetros de la ciudad capital.
Aprovechando su ausencia, días atrás el jovenvito, de 17 años, se había "colado" en la casa.
Ignorando por completo que las cámaras iban grabando su recorrido por la vivienda, el extraño visitante se apoderó de un fajo con $ 10.000; luego, huyó.
Ni bien retornó a su hogar, el cordobés advirtió en las cámaras que el muchacho lo había desvalijado.
Fue con la policía y la identificación del ladrón saltó en cuestión de horas.
Investigación
La policía puso manos a la obra, trascendió.
Después, habría informado a la madre que su hijo había sido denunciado y que lo esperaban largas semanas de encierro.
Temerosa, práctica, pero honesta a más no poder, la mujer ayer se presentó en los Tribunales.
Fue con su hijo. Y le ordenó que pida disculpas al damnificado y le reintegre el dinero mal habido.
Funcionarios
Efectivamente, ello fue documentado ante la Fiscalía, en presencia del propio cordobés, se supo.
Pese al hermetismo en que es cimentada la historia, se supo que la víctima habría exteriorizado su deseo de que la acción penal quedase sin efecto.
Tal vez por gratitud a la mujer, o bien un gesto que tiende a concederle una oportunidad al adolescente, se sabe.
Igualmente, los investigadores deslizaron que la Justicia frenará el proceso, pero dispondrá un seguimiento al joven.
En la práctica, implica que sus colaboradores realizarán un informe socioambiental y propiciarán actividades para reinsertarlo.
El robo de los $ 10.000 al cordobés, obviamente desnudó cierta tendencia al delito, lo cual no puede ser pasado por alto.
En consecuencia, el joven tendrá que trabajar, estudiar, o cumplir actividades sociales, bien lejos de las malas compañías.