"No creo que el Papa esté comprometido en el movimiento político de nuestro país"

El obispo de la Diócesis de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic desestimó que el papa Francisco tenga alguna injerencia en la vida política partidaria de la Argentina, y dijo que sí es un hombre preocupado por la situación de quienes menos tienen.

"No conozco a los interlocutores que dicen que tiene; no creo que tenga injerencia en lo que es política partidaria en el país", sostuvo el pastor, en uno de los tramos del extenso diálogo que mantuvo ayer con el periodista Rogelio Llapur en el programa Libertad de Opinión emitido por Canal 7. Durante el diálogo, Bokalic realizó un balance del año en la Diócesis, marcado por dos hechos fundamentales como el desarrollo del Año de la Misericordia dispuesto por el papa Francisco, y por la beatificación de María Antonia de San José, Mama Antula.

Reseñó que el objetivo del año fue la formación laical, y destacó el compromiso de los sacerdotes que se desempeñan a lo largo de la Diócesis. "Siendo un hombre tan cercano a Bergoglio, ¿sabe de su compromiso con la política partidaria de la Argentina? Así aseguran algunos que dicen ser sus interlocutores", interpeló Llapur, un tema que dejó desvirtuado el obispo.

"No conozco los interlocutores que tiene. Este año han viajado muchos obispos a Roma, y no se han hecho comentarios en los encuentros respecto de intervenciones del Papa en la vida política de nuestro país. Al Papa hay que mirarlo por lo que dice al mundo y nosotros tenemos que ver cómo lo aplicamos ese magisterio, no sólo lo que habla sino lo que hace permanentemente. No creo que esté comprometido en el movimiento político de nuestro país, no tengo datos para decir esto, él mismo tuvo que salir a desmentir esto", amplió.

No obstante, admitió que sabe que sí le interesa "que el país encuentre rumbos de justicia, de incorporación, de preocuparnos por los más débiles, esas son las preocupaciones del papa Francisco".

"Si esa es una intervención (en política), podríamos decir que sí, pero es la preocupación que tiene por todo el mundo, donde hay pobres, refugiados, miserias, donde hay avasallamiento de los derechos humanos, allí está presente. El mismo Papa que le habla al mundo nos habla a nosotros", reflexionó.

Pobreza, droga, inseguridad

Respecto de cómo veía la realidad social del país y la presencia de la Iglesia en ese contexto, recordó que "el papa Pablo VI en el año 1970, hace 46 años, decía que el cristiano debe tener una profunda orientación social; que la fe la tiene que vivir orientada al compromiso social".

"Los pastores no podemos estar ajenos a los problemas de nuestra gente, a la pobreza, la inseguridad, el flagelo de las adicciones, especialmente de jóvenes que están en este camino. Nos preocupa el tema de la familia, la falta de trabajo, la falta de posibilidades de la gente joven para poder ver un horizonte en este pago chico, buscando lugares donde poder realizar sus sueños. Este problema social a la Iglesia le preocupa siempre, es propio del Evangelio, propio de Jesús, porque así como iba enseñando el Evangelio iba sanando, dando de comer, se acercaba a los postergados, daba consuelo a los sufrientes, ésta era la tarea de Jesús, y no podemos ser fieles si no estamos en este camino. Estos son temas que se han transparentado fuertemente este año", indicó.

Dijo en cuanto a las estadísticas sobre la pobreza en el país, que "los números quizás han blanqueado algunas cosas que ya las veíamos venir; ciertamente hubo indicadores económicos que de alguna manera han postergado más a la gente, pero veníamos arrastrando una pobreza estructural". "Fue un año muy difícil en muchos sentidos, se ha insistido muchísimo en esto del diálogo. En la provincia también hemos tenido momentos de confrontación, no nos tenemos que olvidar el tema de los docentes a principios de año, donde se buscó ese diálogo para ayudar a acercar posiciones. Cuando se dialoga, cuando se busca el bien común en verdad aparece siempre una lucecita, no debemos abandonar eso", reflexionó.