"El consumo de alcohol es una puerta que se abre y no se sabe dónde termina
El profesional alertó que el alcohol es el paso previo al consumo de todo tipo de drogas. "Alcohol y droga es una sociedad indivisible; no va una sin la otra", lamentó.
Una preocupación cada vez más creciente en la sociedad santiagueña es el consumo desmedido de alcohol por parte de los jóvenes, especialmente en quienes desde muy temprana edad se hacen habitués a las actividades nocturnas, y de las consecuencias que acarrea este flagelo.
"El consumo de alcohol es una puerta que se abre y no se sabe dónde termina; hacia dónde te lleva", analizó el pastor evangélico Antonio Zaiek, quien además lleva adelante la Fundación Piedras Vivas, que trabaja en la recuperación de chicos que han caído en el alcohol y en las drogas.
Zaiek lamentó porque "el alcohol es la puerta de ingreso a las drogas", ya que analizó que "es una sociedad indivisible".
"Es difícil que un joven hoy en día tome alcohol y no se drogue, está totalmente ligado eso", aseguró.
Además, consideró que la falla que origina este problema está en la familia, porque o bien no existe el interés suficiente, o se trata de padres cómplices, que alientan el consumo de alcohol en sus hijos sin medir las consecuencias.
Visualización
"Yo creo que el elevado consumo de alcohol en nuestros jóvenes es un problema de pensamiento social; de la creencia de que el alcohol no es malo por el hecho de ser algo legal. Se lo ve como algo normal; los chicos comienzan a beber alcohol, porque todos lo hacen, y no lo ven como que el alcohol es una droga", enfatizó Zaiek, respecto del origen de la problemática en nuestra sociedad.
Recordó que según la Organización Mundial de la Salud, el alcohol es la droga que más mata, porque produce accidentes de tránsito y muchas otras situaciones no deseadas, por las que quedan destruidas muchas familias. "Cualquier persona que ha tenido un padre alcohólico o una pareja alcohólica, sabe de esto", dijo.
Daños colaterales
"El consumo de alcohol se ha sociabilizado, y no se está viendo que es una puerta de entrada al alcoholismo, que destruye vidas, familias, todo, más allá de los daños colaterales que trae. El chico alcoholizado pierde las nociones, pierde los sentidos, las reacciones, por eso ocurren los accidentes de tránsito, los abusos a las chicas alcoholizadas, porque desinhibidas hacen cosas que no harían normalmente. Van pasando por diferentes etapas hasta perder todos los controles", profundizó el pastor.
En este sentido, reveló que entre "las jovencitas" el consumo de alcohol ha aumentado "el 200% en los últimos tiempos".
"Y de ahí en más vienen las consecuencias que acarrea lo relacionado con el sexo, porque cuando se está alcoholizado no se tiene prevención, no se usa preservativo y vienen las complicaciones, el papiloma es una pandemia, y la cantidad de sida y de embarazos no deseados que terminan en abortos, o sea que las consecuencias del abuso del alcohol no pasan en que me emborraché una noche", siguió.
Lamentó que "todas estas cosas seguramente van a afectar el resto de la vida del joven y de toda su familia".
Rol de la familia
Respecto del rol que cumple la familia en la aparición de esta problemática y en su control, Zaiek opinó que es fundamental, porque es el origen del problema, y la principal tabla de salvación.
"El interés de la familia es lo primero. Porque sin la participación positiva de los padres, los demás controles sociales que se puedan realizar no van a funcionar; se necesita del apoyo de la familia", acentuó.
En el mismo sentido, apuntó que "de nada serviría que se vaya a dar una charla contra el alcoholismo a los chicos en una escuela, si después en su casa reciben otro tipo de ejemplos, si es otro el mensaje que se le da en el seno de la familia".
Y así como la solución o la prevención se basamenta en la familia, analizó que el problema también tiene su origen allí.
"Hoy hay muchos padres que alientan el consumo de alcohol de sus hijos. Muchos beben con sus hijos adolescentes. Por ejemplo las fiestas de 15 años, porque les dicen que los compañeros no vendrán a la fiesta si no les dan alcohol, entonces son ellos mismos los que preparan los tragos; incluso hay quienes apañan cuando mienten la edad para entrar a un local nocturno donde se consume alcohol", lamentó finalmente el pastor Zaiek.