"Venimos a poner a los pies de la Virgen alegría, vida y esperanza"
Recibió en Catamarca a los fieles que partieron desde la "Madre de Ciudades". El obispo de Santiago ofició una misa por ellos.
El obispo de Santiago del Estero, Mons. Vicente Bokalic, arribó al Santuario Mariano para rendirle homenaje a la Madre del Valle junto a cientos de peregrinos santiagueños que recorrieron largas distancias para venerar a la Patrona del Noroeste Argentino. El prelado presidió la primera misa de los peregrinos, en la última jornada de la novena, que fue concelebrada por el Pbro. Héctor Salas y sacerdotes del clero santiagueño. También estuvo el padre Luis Cruz, quien acompañó al obispo en la ceremonia especial a la que asistieron cientos de santiagueños que llegaron en las últimas horas a la Catedral de la vecina provincia de Catamarca.
Mons. Bokalic compartió la alegría de los peregrinos que "llegan cada año para estar cerca de la Patrona del Noroeste Argentino, de nuestra querida Morenita del Valle", dijo, comentando luego que sus pensamientos y oraciones estaban con "tantos hermanos santiagueños que están llegando al Santuario y que vinieron a pie, algunos salieron el 29, otros el 30 de noviembre y caminaron muchos días para llegar a ver a Nuestra Madre del Valle", y junto con todos los presentes les brindó un fuerte aplauso.
La emotiva ceremonia comenzó alrededor de las 8.30 y se extendió por más de una hora, ya que después de la celebración, Mons. Bokalic bendijo a todos los presentes.
En tanto que, antes de finalizada la misa, expresó que con sus hermanos sacerdotes "venimos a acompañar a tantos peregrinos que vienen de nuestra tierra y hemos encontrado en el tramo final a los hermanos de Tucumán y de otras provincias, para poner a los pie de la Virgen nuestras vidas, nuestras familias, nuestras alegrías, nuestras esperanzas, a hacer carne las palabras de su Hijo Jesús en el Evangelio de hoy: ‘Vengan a mí todos los que están agobiados y yo los aliviaré’. Y hoy venimos y le traemos cansancio y peticiones", afirmó, agregando que "traemos en nuestro corazón a todos los hermanos que quedaron y las intenciones de nuestro pueblo, que nos pidieron oraciones por los enfermos, los necesitados de cuerpo y de alma y todo lo ponemos a sus pies".
A lo largo de la eucaristía, la columna de peregrinos conformada desde la madrugada no tuvo pausa para llegar a la sagrada imagen y presentar sus peticiones, su gratitud y todo el esfuerzo del camino, en sus benditas manos entreabiertas. Constantemente arribaban delegaciones con sus imágenes, colores distintivos y el cansancio hecho devoción y fe en la Madre del Valle.
Al finalizar la eucaristía, el prelado santiagueño impartió una bendición especial a todos los presentes y rogó por un buen retorno a sus hogares.