Conmoción en La Banda por la muerte de un adolescente, reconocido deportista
Iba junto con su novia en una motocicleta que luego "desapareció" de la escena. Se habría "rozado" con otro rodado.
Una familia bandeña se vio atravesada por la tragedia. Durante la madrugada la policía les informó que uno de sus miembros había fallecido tras protagonizar un accidente de tránsito sobre la autopista Juan Domingo Perón, mientras circulaba con su novia.
Sin casco, y aparentemente a velocidad, Juan Alejandro Moya -de 16 años, con domicilio en el Bº San Martín de La Banda- se conducía en compañía de su novia junto a un numeroso grupo de jóvenes todos en rodados de similares características por el carril Santiago- La Banda.
Al llegar a la rotonda ubicada frente a un local bailable -que se encuentra a pocos metros de la banquina- habría sido ‘rozado’ por otro rodado y eso generó que perdiera el equilibrio de su motocicleta. Juan y su novia cayeron al piso e impactaron sus cuerpos contra el pavimento.
Rápidamente las personas que advirtieron el siniestro regresaron en contramano por la misma calzada para asistir a la víctima. De inmediato personal de la Comisaría 12 llegó al lugar junto con una ambulancia, que trasladó a la pareja al Centro de Salud Banda.
A raíz de la gravedad de las heridas, Moya fue derivado al Regional, donde cerca de las 5.50 de la madrugada falleció como consecuencia de las lesiones que sufrió en la cabeza.
Fuentes policiales que trabajaron en el siniestro revelaron a EL LIBERAL que a través de las cámaras de seguridad del sector se advierte el momento del choque y cómo luego alguien se lleva el rodado de la escena. Según los restos plásticos que quedaron se trataría de una motocicleta "preparada".
El fiscal de turno por La Banda, Dr. Carlos Hurtado, ordenó que el cadáver sea examinado por el médico de Sanidad, quien no aconsejó autopsia, por lo que fue entregado a sus familiares.
Escenas desgarradoras
El cuerpo de Moya fue velado en La Banda y cerca de las 15 fue trasladado hasta la Escuela Normal Banda, donde la víctima realizaba sus estudios secundarios. Allí sus compañeros y amigos -amantes de las motos, como la víctima- coparon las calles para despedirlo.