Obispo de Añatuya celebró una misa por el alma de Marito
Familiares del niño muerto y representantes de la sociedad acompañaron a Mons. Chávez. En la mañana hubo procedimientos.
QUIMILÍ, Moreno (C) "Esto que le pasó a este changuito, no nos puede ser indiferente a los curas, a los educadores y a toda la comunidad. Nosotros debemos mantener encendido en los niños el fueguito de esperanza y libertad. Ellos deben tener garantizado el derecho de jugar y estudiar sin que nada les haga daño".
Anoche el obispo de la Diócesis de Añatuya, Mons. Melitón Chávez, presidió una misa en la Iglesia Santa Rosa de Lima, para recordar el sexto mes de hallarse el cuerpo mutilado de Marito Salto.
Sin resentimientos
Con el templo repleto de familiares, amigos y sociedad en general, en su homilía Mons. Chávez instó a todos y en especial a los seres queridos de la víctima asesinada y abandonada en un basural, "a seguir buscando y pidiendo justicia, con paz y sin resentimientos".
En el tramo final de la celebración, el obispo bendijo una placa que será colocada en el monolito que se levantó a la vera de la ruta provincial Nº 6, en donde fue encontrado sin vida Marito la madrugada del 2 de junio último.
Marito Salto tenía 11 años. El 31 de mayo salió de su casa, rumbo a la represa, último lugar donde fue visto vivo, según el proceso.
La Justicia manejaría varias hipótesis, y por ellas han sido interrogados más de 30 testigos.
Hubo procedimientos en Quimilí y ciudades vecinas; ninguna de ellos sacó hasta ahora del anonimato al o los sanguinarios homicidas.
En estos meses, también quedó en evidencia que habría testigos que prefirieron el silencio, quizá por temor, o para evitar ingresar en una investigación.