CASACIÓN

Anulan absoluciones de directivos de un ingenio tucumano que contaminó el embalse Río Hondo

Dos administradores de "La Trinidad" habían sido beneficiados con el fallo de camaristas tucumanos, pese a que se habían comprobado los delitos ambientales.

La Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por los jueces Ana María Figueroa (presidenta), Mariano Hernán Borinsky y Gustavo Marcelo Hornos hizo lugar al recurso de casación interpuesto por el Ministerio Público Fiscal contra la decisión del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán que había absuelto a Santiago Daniel Gasep y Luis Alberto Drube, explotadores comerciales del ingenio “La Trinidad”.

Estos están acusados por infracciones a la Ley de Residuos Peligrosos, por el vuelco de desechos industriales, entre ellos vinaza, a cursos de agua que alimentan el embalse Río Hondo.

Los jueces del máximo tribunal penal federal del país indicaron que el tribunal de juicio que integraron Gabriel Casas, Alicia Noli y Adolfo Raúl Guzmán no tuvo debidamente en cuenta el alcance de la tutela penal del medio ambiente que, como bien jurídico, exigen la Constitución Nacional y los tratados internacionales de derechos humanos de los que es parte nuestro país.

En particular, los magistrados sostuvieron que la sentencia recurrida no valoró correctamente las pruebas presentadas durante el debate oral, que ponían en cuestionamiento la eficacia del sistema de depósito de efluentes provenientes del ingenio -de probada toxicidad-, por lo que se ordenó el reenvío del caso al tribunal de origen para que dicte un nuevo pronunciamiento tomando nota del fallo de Casación. También, le ordenó que evalúe nuevamente las pruebas colectadas en el proceso “conforme a los parámetros esbozados en esta decisión”.

El representante del Ministerio Público Fiscal, Pablo Camuña, interpuso el recurso de casación ante el fallo del Tribunal Oral Federal de Tucumán. El fiscal sostuvo que la sentencia contenía “una defectuosa consideración de extremos conducentes para la correcta solución de la causa”, al aseverar que carecía de “motivación y fundamentación suficientes al haber omitido de manera arbitraria la valoración de argumentos esgrimidos sobre pruebas” incorporadas al proceso.

En su extenso escrito, el fiscal Camuña recordó que el ingenio La Trinidad ingresó al Programa de Producción Limpia en diciembre de 2003, que suponía la firma de acuerdos individuales por los cuales los empresarios azucareros reconocían la necesidad de dejar de desechar vinaza en cursos de agua.

Además, observó que Azucarera del Sur SRL (explotadora del ingenio) ingresó luego al Plan de Reconversión Industrial de la Cuenca Salí-Dulce en 2007 y que en dicho documento “aceptó expresamente que su actividad ‘es potencial generadora de riesgos para el ambiente de la cuenca Salí- Dulce’”. Al respecto, apuntó que la firma había sido sancionada en reiteradas oportunidades antes de ingresar en este programa ambiental nacional.

También señaló que hasta el año 2005, los dos efluentes líquidos principales del ingenio eran mezclados y se volcaban de manera directa en el punto del dique Santa Isabel en el curso del río Gastona que culmina en el dique Frontal en Las Termas de Río Hondo (Santiago del Estero).

Indicó que en 2007 se puso en funcionamiento un supuesto sistema por el cual el efluente mezclado se canalizaba al “Canal Monteagudo” que conducía el desecho unos 20 km hasta una finca donde se constituyó una “laguna de sacrificio” para almacenar los desechos. Sin embargo, apuntó que la misma no cumplía con las leyes, según determinó la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable. Agregó que en varias oportunidades la laguna fue rebalsada por la cantidad de vinaza acumulada y que el efluente terminó en los ríos que alimentan el embalse tucumano- santiagueño

A ello, sumó que también contaminaba los ríos por la filtración misma del suelo del depósito que no contaba con ningún tipo de tratamiento para que fuera impermeable.

El fiscal expuso que los efluentes industriales se mezclaban a pocos metros de la salida del ingenio con el efluente de fábrica; que circulaban el primer tramo en un canal público a cielo abierto que pasaba por la localidad de La Trinidad incluida una escuela adyacente y un barrio de viviendas. Mencionó que del canal emanaba “un olor putrefacto y generaba una colonia de moscas y gusanos. El canal pasó a denominarse “Canal del gusano”.

Este curso desembocaba en una laguna de sacrificio, a escasos metros de los ríos Chico o río Medina, la cual como se apuntó, fue rebalsada y volcaba los efluentes en los cursos de agua.

Ir a la nota original

MÁS NOTICIAS