Antes de fin de año ordenarían que se investigue la denuncia de Nisman
El 18 de enero se cumplirán dos años de la violenta muerte del titular de la UFI Aamia, el fiscal Alberto Nisman. Su último acto de servicio fue la denuncia contra la ex presidenta Cristina Kirchner y varios de sus funcionarios, espías y militantes, por el supuesto encubrimiento del atentado a la sede de la Amia, en 1994. Una acusación que aún no pudo ser despejada ya que fue reiteradamente obturada.
Pero si la facción judicial kirchnerista no logra impedirlo con alguna martingala, antes de fin de año la historia podría cambiar. Tras cumplir con todos los pasos procesales, la sala I de la Cámara de Casación ordenaría que un juez desempolve aquella acusación.
La guerra en la Casación respecto de este tema se mantiene. Acusaciones, reuniones secretas y zancadillas jurídicas para dejar afuera de la votación a uno u otro juez (o a todos, en el sueño K) parecían inclinar la cancha según los intereses de Cristina que, lejos de pedir que se la investigue para sepultar cualquier duda, hizo y sigue haciendo lo posible para evitar que algún magistrado dé curso a las cincuenta medidas de prueba que sugirió Gerardo Pollicita.