La existencia o no de elemento candente en genitales de Paola enfrentó a las partes en los tribunales
La joven falleció en septiembre del 2015. Para la defensa fue un accidente y para la querella y Fiscalía: un crimen.
La posibilidad de la existencia de un elemento candente entre sus genitales y la sobrevida de Paola Anríquez, se transformó en el punto neurálgico de una dura batalla en la audiencia de apelación al procesamiento de la familia Guardo, por la muerte de la joven en septiembre del 2015.
La audiencia se ventiló en el 4º piso de tribunales. Fundamentaron los defensores Adolfo Suárez y Juan José Sain; por la Fiscalía, Mariela Bitar de Papa y Érika Leguizamón; por la querella, Eduardo J. Leiva.
Paola Anríquez dejó de existir el 15 de septiembre, una semana después de sufrir quemaduras en la propiedad de la familia Guardo, Libertad casi 25 de Mayo.
En agosto, la Justicia procesó a Mercedes Hab, Carlos Federico Guardo Flores y Federico Guardo. Les atribuyó los delitos "homicidio calificado por femicidio, ensañamiento, violencia de género con el propósito de causarle sufrimiento a una persona con la que tuvo una relación sentimental...".
En diálogo con EL LIBERAL, Suárez subrayó: "Pasó un año y un mes que nuestros clientes están privados de la libertad. Es irresponsable y descabellada la hipótesis de que a la víctima se le introdujo un elemento candente".
Su par, Saín, fue más gráfico aún: "Preguntémonos, ¿Cómo la víctima tuvo una sobrevida tras sufrir el ingreso de un elemento candente entre sus genitales? En la práctica, nada fue así. Es más, la familia Guardo la socorrió para que le realizaran los primeros auxilios".
En tanto, el querellante juzgó: "La valoración de la prueba es contundente. A nuestro criterio, la defensa estuvo leyendo otro expediente. Todas las partes tenemos claro que el elemento candente existió. En la práctica, hubo una fuerte discusión iniciada por ‘Fede’ Guardo. A la que se plegaron sus padres, quienes son coautores del crimen", enfatizó Leiva.