Celoso armero atacó a tiros a madre e hija y luego intentó matarse en monte de Sumampa
La policía le frustró el suicidio. Después, le incautó una decena de armas de fuego y plantas de marihuana. Todo estalló por la visita de una asistente social, dada la orfandad de varios niños.
Enfurecido por los celos, un armero, con supuestos problemas de adicción, ayer abrió fuego contra su pareja e hijastra en Sumampa y la policía lo aprehendió cuando intentaba suicidarse en el monte.
La balacera estalló a las 15.30 en una vivienda de calle Ramón Carrillo, Bº Este. El agresor fue identificado como Pablo Shewzon, de 35 años. Las víctimas: Rosa González, de 37, y Valeria González, de 15, madre e hija, respectivamente.
Eclosión familiar
Según la policía local, el cuadro dramático estalló mientras la familia era visitada por una asistente social. Al parecer, ésta actuó ante la situación de abandono de varios menores.
Siempre en función de la investigación, la asistente daba cumplimiento a un seguimiento ante problemas con los hijos. Tiempo atrás, la Justicia habría retirado la patria potestad a la madre, medida que quedó sin efecto, posteriormente.
Furia y locura
Ayer, en segundos, Shewzon se armó con un revólver. Sin palabras mediante, disparó tres veces contra su pareja en la región de la pierna izquierda y en la zona superior del tronco. Aterrada, la adolescente acudió en auxilio de su madre.
También corrió la misma suerte: presentaría dos heridas en la entrepierna, que no revestirían gravedad.
Prófugo fugaz
Mientras las mujeres heridas eran asistidas por los uniformados, una delegación policial partió en la búsqueda del agresor. Éste fue ubicado en una zona montuosa en cercanías del lugar, en donde fue reducido por los policías cuando intentaba quitarse la vida. Allí se le secuestró una pistola calibre 9 milímetros y dos cargadores. La jueza Rosa Falco dispuso que Shewzon sea imputado por "homicidio en grado de tentativa". A la vez, la División Criminalística realizó los trabajos técnicos en la casa.
Al cierre de esta edición, las dos víctimas permanecían internadas en el Hospital Regional. El cuadro de la madre representaba el más delicado. Los médicos le efectuaban estudios complejos, en procura de extraerle los plomos.