Para el Ministerio Público Fiscal, el crimen del policía Christian Carrizo no fue por accidente o una broma
La representante del Ministerio Público junto con el juez Darío Alarcón presenciaron la teatralización de los hechos. En los próximos días se conocerán las conclusiones.
A más de 8 meses del crimen del efectivo policial Christian Carrizo cometido por su colega Patricio Albornoz en el interior del edificio de la Comisaría 2ª, se llevó a cabo la reconstrucción del confuso hecho, ocasión en la que el imputado dio su versión de los hechos y otros tres testigos, ante la atenta mirada del juez Darío Alarcón y la fiscal Érika Leguizamón.
Con la colaboración de peritos de Gendarmería Nacional, las autoridades judiciales se hicieron presentes en la dependencia policial minutos después de las 8. Luego arribó Albornoz fuertemente custodiado, ante la mirada de sus familiares que se acercaron hasta el lugar.
Durante más de dos horas se desarrolló en el interior de la Comisaría la reconstrucción y teatralización de cada unas de las versiones, es decir tanto la del acusado como también la del cocinero -que estaba en la misma habitación que la víctima- y otros dos efectivos policiales.
En diálogo con EL LIBERAL, la Dra. Leguizamón explicó que Albornoz reiteró los conceptos vertidos en su declaración indagatoria. Manifestó que el fatídico pasado 3 de febrero había regresado de un procedimiento policial -que no estaría acreditado- y se habría cruzado con Carrizo en uno de los pasillos.
El imputado habría deslizado que se saludaron y que hablaron sobre un partido de fútbol que iban a disputar esa noche; que mientras la víctima ingresó a la cocina, "no recuerda" el momento en que sacó su arma para bromear -movimiento habitual según el acusado- y que fue allí cuando se le escapó el disparo de su arma.
Sobre su relato, la fiscal Leguizamón fue contundente: "Conforme de la versión de cada uno de los testigos y del imputado, es criterio del Ministerio Público Fiscal que se mantenga la calificativa ya dispuesta (homicidio agravado por su condición de funcionario policial) y no se advierte que haya existido una situación de broma o accidente", precisó.
Se interpreta que para la Dra. Leguizamón la versión de Albornoz dejó más interrogantes que certezas.
Dudas
Algunos de los puntos difusos en el relato, es que el imputado afirma que dialogó y bromeó con la víctima; sin embargo los tres testigos que dieron su versión habrían indicado que no escucharon conversación alguna. Tampoco vieron el momento del disparo.
Otra de las situaciones que generaría dudas en la fiscal, es que Carrizo también había desenfundado su arma, la cual fue secuestrada a centímetros de su cuerpo. "Se puede entender que pudo tratarse de una situación como un duelo", deslizó Leguizamón.
Por último, la representante del Ministerio Público Fiscal adelantó que en los próximos días solicitará que se resuelva la situación procesal de Albornoz, y se presume que requerirá el procesamiento del policía imputado.