Expertos de la Unse iniciaron estudio, previo a excavar en busca del cuerpo de "Marita" Verón
La denuncia fue radicada en julio y días atrás estuvo en Santiago la madre (Susana Trimarco) de la joven desaparecida en 2002. El lugar está protegido por Gendarmería Nacional.
Profesionales de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (Unse) realizaron ayer un trabajo preliminar a las excavaciones, en la estación de Los Ardiles, ante la posible existencia de una fosa en la que habrían sido enterrados cuatro cuerpos: entre ellos, "Marita" Verón, desaparecida en 2002 en Tucumán.
Así lo confirmó una alta fuente del Juzgado Federal, semanas después de que el juez federal, Guillermo Molinari, ordenara la preservación del lugar.
Vieja estación
Los técnicos, y antropólogos hicieron base en el viejo edificio poco después de las 8, ubicado a la vera de las vías, junto con gendarmes que protegen las instalaciones.
Según la denuncia de Valle Enri Coria, un ex policía le confió que estaban enterrados cuatro cuerpos: "Serían un hombre y tres mujeres. Dos morochas y una de pelo castaño o pelirroja. Por la vestimenta sería Marita Verón", dijo Coria. Los Ardiles se sitúa a 50 kilómetros de La Banda, al sur, y a 40 de Tacana, pueblo más cercano a Tucumán. Estratégicamente, el lugar posibilita una rápida salida, menor a una hora, de territorio santiagueño.
La misión
Aceitados los filtros que descarten cualquier fábula, la Justicia echó a rodar su andamiaje, previo al arribo del Equipo Argentino de Antropología Forense.
En la víspera, trabajaron los expertos: se hizo una labor técnica, un estudio de las infraestructuras, previo a las excavaciones.
Mientras los profesionales inspeccionaban el lugar, tecnología mediante, unos pocos vecinos acompañaban, sin inmiscuirse.
Recuerdos del pasado
"Habitan la región unas 300 familias", reveló don Benito Edmundo Campos, uno de los pobladores que más conoce Los Ardiles.
"Históricamente, se presume que tiene entre 150 y 200 años. Primero llegó la familia Ardiles. La localidad estaba compuesta por casi 20.000 hectáreas en tres estancias: El Gallardo, Ardiles y El Ojo". Por aquellos años, la gente subsistía de la madera, venta de animales en Tucumán, por citar las actividades más redituables. "Nuestro pueblo es tranquilo, gracias a Dios", enfatiza Campos. Desde hace semanas, esa quietud es alterada por la presencia de gendarmes. A tono con la investigación, cimentada en el secreto de sumario, la gente edifica una historia, la pule y le dá forma, según su concepción, hoy con final abierto.