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Macri y la prueba Aprender: "No se trata de hacer un ranking"

"Sólo dos de cada cuatro chicos que empiezan la escuela logran finalizarla. Esto no puede pasar desapercibido", dijo en una columna de opinión y llamó a no "perder un minuto más".

El presidente Mauricio Macri salió a defender la prueba Aprender 2016 en medio de las críticas de gremios docentes y alertó: "No podemos perder un minuto más". Después, explicó: "No se trata de buscar culpables, de comparar entre escuelas o territorios ni de hacer rankings; es una radiografía del sistema educativo nacional para diagnosticar y a partir de ahí avanzar".

"Hoy sabemos que sólo dos de cada cuatro chicos que empiezan la escuela logran finalizarla. Y de los dos que llegan a esta meta, sólo uno comprende textos. Estos datos no pueden pasar desapercibidos, porque detrás de cada número hay un chico que tiene sueños y no los puede cumplir, hay un adolescente que renuncia a lo que siempre quiso, hay un joven que dice 'hasta acá llegué'. No podemos perder un minuto más", sostuvo Macri.

Así, el presidente cruzó las críticas de un sector de los gremios que rechazan la prueba que desde hoy hacen 1.400.000 chicos en todo el país, de primaria y secundaria.

LA COLUMNA

Por Mauricio Macri.

Nada es más importante para el futuro de una persona o de un país que lo que esa persona o ese país haga hoy por su educación. Mejor educación es una Argentina con más oportunidades y menos pobreza. Porque prepara a los chicos para ser lo que quieran ser, para poder tener un trabajo de calidad y desarrollarse en un mundo donde el talento y la creatividad son cada vez más importantes.

Mejor educación también es una Argentina más unida, porque cuando aprendemos abrimos puertas y eliminamos prejuicios, porque nos formamos para ser mejores ciudadanos. Y es, por último, una Argentina con menos narcotráfico, porque el conocimiento nos hace fuertes y libres, nos da autonomía para elegir lo mejor para nuestras vidas.

Hoy sabemos que sólo dos de cada cuatro chicos que empiezan la escuela logran finalizarla. Y de los dos que llegan a esta meta, sólo uno comprende textos. Estos datos no pueden pasar desapercibidos, porque detrás de cada número hay un chico que tiene sueños y no los puede cumplir, hay un adolescente que renuncia a lo que siempre quiso, hay un joven que dice "hasta acá llegué". No podemos perder un minuto más. El único camino para salir de la pobreza es que todos los chicos, en cada rincón del país, tengan la misma posibilidad de aprender, de conectarse, de desafiar sus propios límites y de construir su futuro de la mano de sus docentes.

Por eso 1.400.000 chicos en más de 31.000 escuelas públicas y privadas de todo el país hoy van a participar de la evaluación APRENDER, una evaluación que nos va a permitir medir la calidad educativa en todo el país. Las preguntas van a ser sobre Lengua, Matemática, Ciencias Naturales y Sociales, y a partir de los resultados, vamos a poder diseñar soluciones para mejorar la educación apoyando a las escuelas y a los docentes en todas nuestras provincias.

Evaluamos para mejorar. Para transformar la realidad, primero tenemos que conocerla tal cual es. Sabemos que puede doler, que probablemente debamos enfrentar resultados difíciles, pero los problemas no desaparecen mirando hacia otro lado. Se resuelven diciéndonos la verdad, teniendo información válida y confiable. No se trata de buscar culpables, de comparar entre escuelas o territorios ni de hacer rankings; es una radiografía del sistema educativo nacional para diagnosticar y a partir de ahí avanzar.

Es, en otras palabras, una forma de saber dónde estamos parados para mejorar. Y tenemos que hacerlo juntos. Esta iniciativa es uno de los muchos resultados de la "Declaración de Purmamarca", un compromiso firmado por el ministro de Educación de la Nación y los ministros de las 24 provincias, donde unimos voluntades para concretar todos los desafíos pendientes y construir sobre lo construido a lo largo de estos años.

Acordamos, entre otras cosas, avanzar en la obligatoriedad de todo el nivel inicial a partir de los tres años de edad, fortalecer los aprendizajes en la escuela primaria; asegurar el ingreso, permanencia y egreso de la totalidad de los estudiantes de secundaria; y mejorar la formación de los docentes, que son los grandes protagonistas del cambio que necesitamos hacer en la Argentina. Los héroes que día a día dan lo mejor de sí en las aulas y fuera de ellas para que los chicos puedan ir llenando su mochila con las herramientas intelectuales que los van a acompañar toda la vida: la capacidad de pensar, de innovar, de comunicarse, de aprender.

En esta nueva etapa del país, los argentinos tenemos la oportunidad de diseñar juntos nuestro tercer siglo de vida. Es nuestro momento de crear futuro. Tenemos que hacerlo hoy y tenemos que hacerlo juntos: padres, escuelas, docentes, gobiernos, sector privado, universidades, organizaciones de la sociedad civil, sindicatos, todos.

El desafío de crear las condiciones para que nuestros hijos desarrollen todas sus capacidades y talentos, sin distinción, porque nada es más importante que lo que hagamos por la educación. Sé que, si cada uno aporta su parte, podemos lograr grandes cosas.

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