Gabriel Brandán dio su versión del crimen de Leda Raimundi y cargó contra la "mae" y Mario Rojas

Gabriel Brandán por primera vez contó su versión del horrendo crimen de Leda Fabiana Raimundi. El joven brindó un relato detallado de lo ocurrido la fatídica noche del 14 de junio del 2012.

El debate oral por el brutal asesinato de la maestra jardinera se centró ayer en la declaración de Brandán, acusado en el caso junto con Luis Ledesma -quien era su vecino y amigo-, Lucrecia Ledesma, Mario Rojas y Guillermo Pereyra.

Brandán señaló al tribunal -mientras el resto de los acusados escuchaba atentamente a sus espaldas- que conocía a Luis, que en ese momento necesitaba dinero porque tenía algunas deudas.

Explicó que por su amigo (Luis Ledesma) conocía a Lucrecia Ledesma, la "mae", así como también a Pereyra, pero no así a Rojas.

Siempre en función de su relato, los Ledesma lo convocaron para hacer un "trabajo". Aseguró que en todo momento le manifestaron que iban a simular un asalto a Rojas y su pareja.

Describió que llegado el momento, sorprendieron a Leda y a Mario Rojas dentro del Fiat Palio de éste último, en cercanías del Golf Club.

Los hicieron descender, mientras el dúo pedía por favor que no les hicieran daño.

El joven indicó que junto con Luis sujetaron a la víctima y que Lucrecia le aplicó una inyección con una droga de efecto anestésico (habría sido xilocaína), pero que no habría provocado el efecto que esperaban.

Según Brandán, la "mae" ordenó a Rojas subir para conducir su automóvil; ella habría ascendido del lado del acompañante, mientras que en la parte trasera lo hicieron Luis, Leda y Gabriel.

En su relato, el joven apuntó que la maestra jardinera le expresó su temor, pedía que no se lleven su documentación ni sus tarjetas. "En el camino hacia Villa Robles, Lucrecia gritó ‘callen a esa pu...’ y Rojas nos pasó una rejilla que le pusimos en la boca", describió Brandán, quien agregó que la víctima continuaba temerosa y trataba de hablar pese a la mordaza. Sobre Rojas dijo que lloraba en el trayecto.

En cuanto a lo sucedido en el camino vecinal de Villa Robles, Brandán señaló que hicieron descender a Leda y que Lucrecia le ordenó que se pusiera de rodillas, pero la víctima se negó. Ante la negativa, la "mae" se abalanzó para aplicarle una bofetada en el rostro a la maestra jardinera, tras lo cual se arrodilló.

Brandán aseguró que luego del ataque de Lucrecia, él la empujó y le reprochó la acción; Luis lo habría tratado de calmar y en ese momento la "mae" habría vuelto a la carga. "Con Leda de rodillas Lucrecia le ‘pegó’ una puñalada en el cuello".

El joven sostuvo que la mujer movía el cuchillo en la herida, hasta que él volvió a quitarla de encima de Leda. Ante esa situación devino una discusión -según la declaración de Brandán- en la que le reprochaba que lo habían convocado para un robo y no para un asesinato.

El imputado continuó su relato señalando que mientras se apoderaba de ellos la incertidumbre por no saber qué hacer, Rojas habría comenzado a golpear a Leda con sus puños y puntapiés, gritándole "sufrí... sufrí ahora por todo lo que me hiciste".

De acuerdo con el relato de Brandán abandonaron el cuerpo de Leda agonizando en el lugar y emprendieron el regreso en el auto de Rojas hasta el barrio Mishqui Mayu, donde luego de otra discusión decidieron dirigirse a un bar de una estación de servicio.

Sobre el final, deslizó que tras permanecer en el bar un poco más de media hora regresaron a sus domicilios, pero que Rojas no los siguió y que tomó otro camino.