Mario Rojas nada hizo para ayudar a Leda
Alrededor de cuatro horas tuvo ayer Mario Rojas para desgranar su historia: hacer una cronología, llorar, acusar, pedir perdón. Hasta ayer, a los cercanos, Rojas les había sugerido que la noche fatídica la "mae" llevaba el cuchillo entre sus piernas. Sin embargo, ayer no dijo nada de eso. En todo momento, manifestó que acudió a los Ledesma para curarse y curarla a ella; que nunca se dio cuenta de que todo lo que ocurría en el departamento Robles era el asesinato de su ex novia. Intentó demostrar que el temor al grupo, estuvo por encima de una esperada reacción lógica de un hombre, a cuya expareja mataban lentamente.
Para los observadores del juicio es casi imposible creer sus dichos cuando afirma que amaba a la víctima. Queda claro que nada hizo para ayudarla en el momento en que la torturaron y asesinaron.