Parturienta adolescente denunció el rapto de su bebé, pero lo había vendido a un tucumano a $ 10.000
La madre biológica tiene 17 años. Delató al tucumano, ya que sólo le pagó $ 2.000 y no cumplió con el saldo de $ 8.000. La puérpera, su madre y el comprador están detenidos.
Por apenas $ 10.000, un bebé santiagueño habría sido vendido por su madre termeña a un intermediario tucumano, pero ante el incumplimiento del pago la jovencita formuló la denuncia y la policía desbarató el viaje del recién nacido a Mar del Plata, o Santa Cruz.
La maniobra salió a la luz en la víspera, merced a allanamientos montados por la División Trata de Personas en Concepción -provincia de Tucumán- previo exhorto de la Justicia local, timoneada por el fiscal coordinador, Mariano Gómez, y el fiscal de turno, Ricardo Lissi.
Según la historia, el 23 de septiembre una adolescente, de 17 años, dio a luz a su primer hijo: semanas atrás, a una ‘amiga’ habría confiado que carecía de recursos. Por ende, ‘no podré criarlo’, habría deslizado a la emisaria.
Oh casualidad, rápido, la mujer se contactó con un hombre de la vecina provincia tucumana, quien ofreció $ 10.000; ‘entregados cuando nazca el bebito’, se supo anoche.
El día del parto, el tucumano se presentó como pareja de la parturienta: por ende, padre del recién nacido. Nadie sospechó nada. Así, el tucumano inscribió al bebé como propio y le dio el apellido, ante los registros notariales del hospital.
Minutos después, la jovencita recibió el alta médica y también, de mano del tucumano $ 2.000. ‘Los $ 8.000 que quedan te los llevo mañana, sin falta’, fue la promesa del supuesto comprador.
Transcurrió uno, dos, tres días y nada. La madre biológica llamó por celular y del otro lado, nadie respondía ya.
Asumiéndose estafada, la jovencita acudió a la Fiscalía de Las Termas y denunció: ‘Me han raptado a mi hijo’, trascendió en esferas judiciales.
Urgente, el fiscal Gómez dio instrucciones para facultar a Trata de Personas y evitar que el bebito fuese sacado de la ciudad termal.
Tal cual lo disponen los manuales de estilo, una comisión salió a la calle; otra, inició un paciente interrogatorio a la madre denunciante.