Comerciante bandeña fue víctima de un secuestro virtual y, afortunadamente, no entregó dinero
Más de veinte minutos de angustia vivió una comerciante bandeña, quien se encontraba en su local y recibió un llamado telefónico, donde le decía que su hija había tenido un accidente. Más tarde le aseguraron que se trataba de un secuestro y le exigían que entregara dinero.
Según consta en la denuncia radicada en sede policial, cerca de las 11 su teléfono celular comenzó a sonar y la llamada era de un número privado. Al atender escuchó la voz de un sujeto que le informaba que su hija -de 37 años, residente en un barriodel sur de la ciudad Capital- había sido protagonista de un accidente de tránsito. La voz del otro lado del teléfono le pedía a la comerciante que se tranquilizara para que pudiese hablar con su hija. En forma inmediata, una mujer llorando, como aparentando una crisis de nervios -la cual supuestamente era su hija- le manifestó que no sabía lo que le había pasado.
Allí la mujer le solicitó a la joven que la comunicara con su esposo. Cuando la voz de un segundo masculino apareció en escena, Abdala advirtió que no era su yerno, por lo que le pidió al sujeto que aguardara, que ella los iba a llamar. Cuando los maleantes advierten que la mujer comenzó a sospechar, la voz del primer masculino le dijo que no llame a nadie porque de lo contrario le iban a pegar un tiro en la cabeza a sus nietos. Allí comenzaron con las "instrucciones". La comerciante contó que el delincuente le ordenó que se dirigiera a un local para comprar una tarjeta de crédito de línea personal, mientras constantemente le ordenaba que no hable con nadie y que disimule su nerviosismo.
De inmediato la mujer salió por calle España con rumbo a un quiosco de la zona. Antes de llegar a comprar la tarjeta, el delincuente le pidió que entregue 5.000 pesos por la libertad de sus familiares. La mujer le indicó que no tenía plata que solo tenía 2.000 en ese momento.
Mientras la mujer continuaba caminando, la comunicación telefónica se cortó, por lo que rápidamente regresó a su casa. Allí se encontraba su empleada, a quien le cuenta lo sucedido y ésta la ayuda a comunicarse con su hija. La mujer habló con la supuesta mujer secuestrada, quien le contó que se encontraba bien, que estaba en su lugar de trabajo y que sus hijos estaban en la casa en perfectas condiciones. Al escuchar el relato angustiado de su madre, ésta se hizo presente en el domicilio de su progenitora, a quien más tarde acompañó a sede policial para radicar la correspondiente denuncia.
El fiscal de turno, Dr. Martín Silva, ordenó que la policía realice trabajos informáticos, y averiguaciones para dar con los autores del supuesto secuestro virtual. Los uniformados cotejaron que la víctima recibió un llamado, de un número de identidad reservada y que la comunicación duró aproximadamente 20 minutos.