Obama en el homenaje por el atentado a las Torres Gemelas: pidió "no ceder al miedo"
Lo hizo en el Pentágono, donde hace 15 años se estrelló un avión tripulado por un terrorista. En Nueva York también hubo tributos a las víctimas del 11-S.
En una emotiva ceremonia para conmemorar el aniversario de los atentados del 11 de septiembre, el presidente Barack Obama pidió a los estadounidenses que "no cedan al miedo".
Lo hizo en el Pentágono, donde hace 15 años se estrelló un avión tripulado por un terrorista, mientras que en Nueva York también se homenajeaba a las víctimas en el lugar donde atacaron a las Torres. El recuerdo había comenzado con un minuto de silencio privado en la Casa Blanca, mientras las banderas del edificio y los de toda la ciudad se colocaban a media asta. En Manhattan, a las 8.46, la hora exacta en que se estrelló el primer avión contra el World Trade Center, se realizó el primer minuto de silencio. A las 9.03, cuando impactó el otro avión en la segunda torre, se hizo otro silencio, y sonaron las campanas. Hubo otro a las 9.59, cuando la Torre sur se desplomó y otro más a las 10.48, cuando cayó la Torre norte. La emoción crecía en el lugar. "Debemos defender no solo nuestro país, sino también nuestros ideales", dijo Obama en un discurso que pronunció en el edificio de cinco lados donde murieron 189 personas (64 que iban a bordo y 125 que estaban en el lugar). "Los estadounidenses no deben ceder al miedo", dijo el presidente. "Nos preguntamos cómo sus vidas se habrían desarrollado, cómo sus sueños podrían haber tomado forma", señaló sobre las cerca de 3.000 víctimas que provocaron los atentados en el Pentágono, en Nueva York y en el avión en Pennsylvania que terminó estrellado.
El presidente envió además un mensaje a los familiares de los fallecidos: "Ustedes han hecho lo mejor para ser buenos vecinos, buenos amigos y buenos ciudadanos", expresó. "Ustedes nos recuerdan que no hay nada que los estadounidenses no puedan superar", afirmó. La ceremonia en el Pentágono fue discreta. El centro del homenaje estaba en Nueva York, donde se leyeron los nombres de todas las víctimas, la mayoría de ellos policías y bomberos que intervinieron en las tareas de rescate.