Fiscalía pedirá perpetua para quinteto por el crimen de Leda
El juicio arranca el lunes. Las audiencias serían de turno corrido, es decir hasta la tarde. La fiscal sostiene que hubo un plan criminal
"La Fiscalía va a solicitar la pena de prisión perpetua para todos", adelantó ayer la fiscal Norma Elizabeth Morán, horas previas a iniciarse el juicio por el asesinato de la docente Leda Fabiana Raimundi, cuyo cuerpo fue hallado el 15 de junio del 2012, entre Villa Robles y Beltrán.
Las audiencias se ventilarán desde el lunes, hasta fin de mes, en contra de Mario Rojas, Guillermo Pereyra, Gabriel Brandán, Lucrecia (la "mae") y Luis Ledesma.
En diálogo con los periodistas, la fiscal adelantó: "Haremos una moción para desistir de testimonios", quizá cerca de 20.
Contundente, juzgó que el homicidio de la maestra "no fue pasional, ni hubo un ritual umbanda. Las cinco personas hicieron con su cuerpo algo que una persona común no lo hubiese materializado. Entre los imputados hubo un plan criminal".
Aclaró: "No pasional, ni por encargo, o dinero, ni ribetes religiosos". Explicó que cada personaje "tuvo diferentes roles. Y una coautoría funcional. Cada uno ocupó un lugar y tarea", subrayó la funcionaria.
"El objetivo era matarla, asesinarla, de un modo cruel y alevoso. Primero, la pusieron en total indefensión, la golpearon y le fracturaron el tabique nasal. Esto hizo que Leda broncoaspirara la sangre; después, la asfixiaron manualmente. Por último, uno le dio un puntazo en el cuello’.
Interpretó que Mario Rojas, el ex de la víctima, "la captó y entregó. Él le envió más de 70 sms al día anterior. Sus ex parejas dijeron de él que las perseguía cuando intentaban una nueva relación. El se sentía obsesionado y Fabiana no quería volver con él". Es más, Morán lo consideró "perverso con rasgos antisociales y cobarde, como los otros imputados. No tienen piedad ni arrepentimiento".
Más adelante, la fiscal aseguró que hubo un segundo viaje a Robles. "Al regresar, intentaron descuartizar a Leda. Tengo absolutamente probado que hubo un segundo viaje. Así lo vio un testigo. Y lo documentan las manchas de sangre en el auto de Pereyra", pese a que éste afirma que jamás pisó la tierra en que la docente fue ultimada.