Por primera vez en su historia, el Señor San Gil recibió a la Mama Antula
Sacha Pozo vivió una de sus fiestas más grandes, debido al ajuste y suma de servicios (hubo colectivos desde las 4 de la mañana) y a la fe de sus fieles devotos que año a año se vuelcan masivamente a su veneración.
Con la visita por primera vez en su historia de la sagrada imagen de la recientemente beatificada Mama Antula, se concretó la Fiesta Grande de Nuestro Señor de San Gil, en Sacha Pozo, departamento Banda, en la cual se registró una concurrencia que se ubicó entre las 25.000 y las 30.000 personas.
Ana González, responsable de la organización de la fiesta, expresó: "Para la familia es un enorme honor recibir a Mama Antula recientemente beatificada, por lo que representa, una devoción que está muy enraizada dentro de lo que es la fe y la cultura del pueblo santiagueño. Y San Gil, desde su lugar, recibe una devoción similar, ya que está instalado en el corazón de los santiagueños".
"La conjunción de los dos nos provoca una profunda emoción. Cuando el padre Tenti me dijo para traer una imagen de Mama Antula, le contesté por supuesto, porque creemos que esta presencia es el resumen de lo que queremos también para esta festividad de San Gil".
Homilía
En la misa central, concelebrada por el padre Angelo Introzzi, párroco de la ciudad de Clodomira, y el padre Rolando Tenti, éste último expresó: "Todos estos días, el pueblo santiagueño, la iglesia han recibido la bendición de la beatificación de María Antonia de San José, conocida por los santiagueños como la Mama Antula" y a continuación pidió aplausos y vivas para ambas devociones.
Luego de la lectura del Evangelio del milagro de Jesús con la pesca, el padre Tenti analizó en su homilía: "Los cristianos vivimos de la esperanza. Siempre tenemos que creer que es posible ser nosotros cada uno mejores personas, ciudadanos, vecinos. Creer que es posible construir una sociedad de hermanos, donde absolutamente nadie quede afuera de la mesa de la vida. Porque así es Jesús. Juntarnos con Él para bendecir, para incluir, para demostrar que el Reino de Dios abarca a todos y que Dios no está contento si un hijo sufre".
"Nosotros como pueblo de Dios también, si hay un hermano que sufre, todos sufrimos. No podemos estar felices si hay familias, personas, hermanos que sufren. Por eso la bendición de Dios siempre se comparte", señaló.
Ya sobre las devociones expresó: "San Gil, la beata Mama Antula y tantos otros santos que la Iglesia venera han sabido poner sus vidas en disponibilidad, al servicio de la causa de Dios, por eso Dios los ha santificado, y por eso nosotros los veneramos".
"Los católicos no adoramos imágenes, adoramos solo a Dios. Las imágenes nos recuerdan a personas que han sido capaces de decirle sí a Dios y han vivido en santidad. Por eso nosotros veneramos a esos santos, a esas personas, porque queremos ser como han sido ellos. Siempre con la alegría, con la esperanza de hacer de este mundo un lugar mucho mejor, como lo hizo San Gil, como lo hizo la beata Antula".