Lucas Pratto: "Le quiero demostrar al Patón que no se equivocó"

Esa camiseta 9 de la Selección es selectiva. No se entrega a cualquiera. Y el que se la pone no la abandona. Lo certifica la herencia desde 1991 hasta 2016: Batistuta, Crespo, Higuaín... En estos 25 años a ese trío le perteneció, cada uno a su tiempo, claro. Ahora, con el karma de sus actos fallidos en las tres finales perdidas en Brasil 2014, Chile 2015 y Estados Unidos 2016, el Pipita, el que más la usó en la última década, se bajó porque no pasa por un buen momento. Así a Lucas Pratto esa puerta celeste y blanca que definitivamente parecía cerrada para él tanto se le abrió que esta noche será titular nada menos que contra Uruguay, un clásico determinante porque marca el inicio de un nuevo ciclo y porque puede servir para que Argentina se ubique como líder de las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018.

El cambio de entrenador resultó decisivo. El propio Pratto, en charla a solas con Clarín, lo reconoce: “Hace unos años que se viene diciendo que merezco una oportunidad, pero siempre a la Selección la escuché desde lejos. Por eso la Selección para mí era con el Patón o nunca más. Es un entrenador que me pidió para los clubes que dirigió, que me tiene mucho más visto que el técnico anterior, con una mirada distinta. A Martino le gustaba otro tipo de delantero. Y está muy bien. Por eso yo sentí que con el Patón era la oportunidad o no iba a ser nunca. Esta era la chance. Y por suerte me llamó”.

Jura el papá de Pía que Edgardo Bauza no le había dado ni siquiera una mínima señal de la citación: “El Patón me había llamado para llevarme a San Pablo. Conversamos por ese tema un par de veces, pero era difícil que el Mineiro me dejara ir y también por el dinero que podrían llegar a pedir. Después, cuando agarró la Selección, todos me decían que me quería convocar. Justo lo enfrenté en su último partido en San Pablo, lo saludé, lo felicité por la Selección, pero no me dijo nada”.

Hasta que llegó ese día en que Bauza dio su primera lista: “Fue el primer llamado. Después de la práctica en el Mineiro, como hago siempre, me fui un rato al gimnasio. Ahí prendí el celular, tenía algunas llamadas perdidas con el mismo número y un mensaje del Patón diciendo que era él quien me estaba llamando. Al rato, hablamos y ahí me dijo que estaba convocado. No lo podía creer”.

Desde aquel momento hasta el viaje de Belo Horizonte a Buenos Aires, hasta la concentración en Ezeiza compartiendo habitación con otro goleador nuevo de Selección llamado Lucas (Alario), hasta el primer entrenamiento junto a Lionel Messi y compañía, hasta el vuelo de ayer a la tarde hacia esta ciudad sensual, hubo algo que Pratto se propuso: “Primero estaba ansioso por venir acá. Los días no se me pasaban más. Es mi primera oportunidad. Ni siquiera en Juveniles había estado, tampoco en ninguna lista. Se me hizo difícil manejar ese tema de la ansiedad. Quería que el tiempo se acelerara para sumarme cuanto antes a la Selección. Y ahora estoy feliz, muy feliz, tratando de disfrutar cada minuto, cada momento, todo. Es lo que hablé con mi familia, con Gustavo (Goñi, su representante). Quiero disfrutar y aprovechar este momento. Le quiero demostrar al Patón que no se equivocó en la elección y que estoy para rendir”.

-¿En qué momento de tu carrera te llega la Selección?

-Me agarra en uno de los mejores momentos, maduro. La última etapa en Vélez y estos dos años en Brasil fueron muy buenos. Me sirvieron para demostrarme que soy un jugador completo tanto en lo futbolístico como en el manejo afuera de la cancha. Es muy importante cómo uno se cuida, cómo se alimenta, cómo descansa. Estoy muy bien y tengo que aprovecharlo. La Selección me va a venir muy bien para seguir mejorando.

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-Bauza piensa utilizarte como “9”, con una línea de tres atrás conformada por Messi, Dybala y Di María. ¿Te sentís cómodo así?

-Yo me siento cómodo como 9 de área o de segunda punta. Me adapto sin problemas. Y con estos fenómenos todo es más fácil. Si el 9 soy yo, trato de quedarme más en el área, como referencia, aunque igual salgo a jugar para abrir espacios, pero sin tirarme tan atrás para después poder llegar. El Patón me conoce. Estos últimos seis meses en Brasil ya me vio jugar mucho.

-¿Ahora sí te sentís en igualdad de condiciones que el resto de los “9”?

-Como hay un entrenador nuevo, yo creo que todos los jugadores arrancamos desde cero. No me veo arrancando de atrás. Somos varios y de características distintas. El más parecido a mí es Alario. Dybala y Agüero son diferentes.

Pratto cuenta que “nunca había tenido la chance de conocer a Messi. Es un monstruo. Todos tenemos que agradecer que Leo es argentino. Además, se mueve con una humildad bárbara”.

-Mirá si podés darle una mano a Messi para ser campeón del mundo con la Selección.

-Ja ja ja. Sería lo más importante de mi carrera, pero vamos despacio.

-Tenés 28 años y los 30 los cumplirías justo durante pleno Mundial de Rusia. ¿Te ves festejando allá?

-Ja ja ja, cierto, pero no me apures. El primer paso es ahora. Y es muy importante. Tengo que demostrarle al Patón que no se equivocó y que mi convocatoria fue merecida. Quiero devolverle esa confianza.

Jura Pratto que irá a chocar con el duro Godín “sin miedo”. Y hay que creerle: su trayectoria lo avala. Además, lo dice seguro, convencido. Eso sí, el nuevo 9 celeste y blanco se ablanda con otro tema: -¿De todo lo que encierra la Selección qué te causa más curiosidad?

-Las veces que estuve en Ezeiza entrenando con equipos veía las fotos gigantes de monstruos de la Selección y pensaba: ‘Qué lindo sería estar’. Cuando me citaron, soñaba con ponerme la remera de entrenamiento. Ahora quiero saber qué se siente jugando con la camiseta argentina. Debe ser único.