Testigo asegura que los imputados llevaron a la víctima retorciendose a un lugar apartado y luego limpiaron el arma
En una sala llena de familiares y testigos, la fiscalía leyó las pruebas en contra de los acusados. El testimonio de Chávez fue lapidario para uno de ellos.
AÑATUYA. Taboada (C) ayer a las 15, dio inicio el juicio oral y público por el crimen del rugbier Franco Gabriel Cáceres, hecho ocurrido en el mes de abril del año 2014.
Por el caso hay cinco personas imputadas, quienes llegaron a estas instancias detenidos en dependencias policiales de la ciudad capital.
El tribunal integrado por Osvaldo Pérez Robertti, Graciela Viaña de Avendaño y José Luis Guzmán, realizó la apertura, tras lo cual expusieron las representantes del Ministerio Público, Olga Gay de Castellanos y María Emilia Ganem, los querellantes Hugo Frola y Víctor Nazar y los defensores Andrea Blinder, Franco Cejas Escalada y Enrique Crespín.
Los primeros testigos fueron los oficiales de policía Eduardo Pérez y Gustavo Gómez Maffei, quienes contaron, el primero sobre el rol que le cupo como integrante de la Brigada de Investigaciones, que trabajó minutos después del incidente y encabezando los procedimientos de aprehensión de los sospechosos.
Gómez Maffei relató el trabajo desplegado por el personal de Criminalística de la Departamental 13, que realizó los trabajos de rigor en el escenario del hecho, en el sitio donde se encontró la supuesta arma empleada en el crimen, y todo el levantamiento de pruebas desde prendas de vestir hasta manchas sospechosas encontradas en los rodados utilizados por el quinteto acusado.
Luego el médico de policía, doctor Héctor Toranzo, ratificó los documentos labrados en la oportunidad, en que realizó un pormenorizado informe sobre el estado, tanto del cuerpo de la víctima como de los cinco imputados.
Más tarde fue el turno de los testigos presenciales del hecho, Mario Chávez, Daniel y Nicolás Palavecino y Orfelio Juárez, quienes narraron los sucesos acontecidos en la madrugada de Pascuas del 2014.
La mayoría coincidió con lo expuesto tanto en sede policial como en el juzgado, de cómo acontecieron los hechos, con algunos detalles que no lograron recordar fehacientemente por el tiempo transcurrido. l