Nacha Guevara no opina del PJ, pero sí de Evita Perón
Leerá un discurso de la "Abanderada de los Humildes" e interpretará tres canciones, entre ellas "No llores por mí, Argentina", de Andrew Lloyd Weber.
De política, mucho menos del Partido Justicialista, Nacha Guevara no opina. Sí lo hace, y con apasionamiento, sobre Eva Perón, figura a la que admira "desde muy niña porque yo me críe con Eva en el poder. Para la Argentina hay una mujer antes y después de Eva. Independientemente de lo político, ella cambió el rol de la mujer". Así se expresó, en una rueda de prensa, al llegar a Santiago para brindar hoy, a las 18, en el Fórum, su testimonio en el marco del ciclo de conferencias del PJ denominado "Soberanía Política, Independencia Económica y Justicia Social". Al evento asistirá especialmente invitada la gobernadora de la provincia, Dra. Claudia de Zamora, junto al vicegobernador y titular del PJ Distrito Santiago del Estero, José Emilio Neder. Acompañada por la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, y la diputada nacional Cristina Álvarez Rodríguez (sobrina nieta de Evita), Nacha fue recibida por la vicepresidenta del PJ santiagueño, la diputada nacional Norma de Matarazzo. "No voy a opinar del PJ, ya tienen demasiadas opiniones. No vengo a hacer política, vengo a rendir homenaje a esa mujer extraordinaria que es, fue y será Eva Perón y me gustaría escuchar lo que ella tendría que decir hoy, pero ya no está. Es todo", destacó en la conferencia de prensa. Contó que le dedicó muchos años estudiar a Eva para luego interpretarla "porque yo le debía algo a ella. Mi manera de devolverle fue hacer esa obra magnífica. Es un personaje único en la vida de una actriz. Parecería ficción de lo tan extraordinario que es. Es la historia de la Cenicienta, pero llevada a unos niveles humanos extraordinarios". Luego, habló en exclusiva con EL LIBERAL. ¿Hoy hay protagonismo de la mujer o es cumplir con el cupo? Cumple con el cupo. Por eso, lo que ella hizo (por Eva) fue algo extraordinario. Ella entró por una puerta que no es la puerta de la política. Eso la preservó mucho de no traer los vicios y todo lo que la política trae. Ella entró por la ventana, no hizo el recorrido del pasillo de la política. Llegó mucho más salvaje, mucho más pura a la política. Eso sucede pocas veces. Usted condensó sus pasiones por la política y la actuación al hacer el musical de Evita e interpretó "No llores por mí Argentina", que generó las más dispersas opiniones. Es que ella, en el mundo, es un símbolo. Hasta en la moda, Eva es un símbolo. Cuando alguien dice el peinado de Eva Perón, afuera, todo el mundo sabe de qué peinado está hablando o el estilo Eva Perón. Tuvo una personalidad extraordinaria. Fue una mujer extraordinaria, no estoy diciendo ni buena ni mala porque buenos y malos somos todos pero ella fue extraordinaria, no todos somos extraordinarios. ¿Quién puede encarnar a Eva en la política actual? No, porque cada fenómeno responde a una época. Si ella estuviera hoy, no con la edad que tendría hoy sino joven, lo haría de otra manera. Ese ida y vuelta que tiene con la gente, ¿le permite, luego, hacer transferencia cuando se sube a un escenario o diserta? Enseñar y aprender al mismo tiempo. Para mí es todo porque son cincuenta años de esa relación. Es la relación más importante de mi vida. La relación conmigo misma y la más duradera es con el público. ¿Qué enseñanzas le dejó el exilio al que fue forzada en los años 70? Las más grandes. No cambio esas experiencias por nada. Fue un aprendizaje brutal, durísimo pero extraordinario. Es la etapa de más crecimiento de mi vida.