Cayó Pérez Corradi en la triple frontera y espera su extradición
Se intensificaron las conversaciones entre el Gobierno argentino y la Justicia paraguaya para su extradición.
El prófugo de la Justicia argentina Ibar Pérez Corradi, señalado como instigador del ‘Triple Crimen’ de General Rodríguez, fue capturado en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú, y fue trasladado a Asunción, la capital paraguaya.
Allí quedó a disposición de la Justicia de ese país, que ahora debe resolver sobre su extradición a la Argentina.
Inmediatamente después de ser detenido y alojado en Asunción, las conversaciones entre el gobierno argentino y la justicia paraguaya se intensificaron para lograr la extradición de Esteban Ibar Pérez Corradi. Javier Díaz, fiscal de Estado del país vecino, confirmó que el proceso ya fue comenzado.
El operativo
El arresto fue concretado en un departamento ubicado en territorio brasileño en un operativo conjunto entre las fuerzas de seguridad de ese país y del Paraguay, donde se habría escondido los últimos meses el prófugo de la Justicia argentina con una identidad falsa.
Según trascendió, Pérez Corradi vivía clandestinamente con la identidad usurpada de una persona paraguaya fallecida en noviembre 2002 que se llamaba Walter Manuel Ortega Molinas.
La investigación apunta a que Pérez Corradi le habría pagado a una red de policías locales que por entonces le otorgaba protección para acceder a los documentos falsos de Ortega Molinas.
Según habría dicho el acusado al momento de ser detenido, ‘se estaba preparando para entregarse’ a las autoridades cuando fue encontrado y luego trasladado en avioneta a Asunción para ser puesto a disposición del Ministerio Público de ese país.
Banda narco
Según estableció la Justicia, fue él quien contrató a los hermanos Cristian y Martín Lanatta y a Víctor y Marcelo Schillaci para que asesinaran a Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina por un ajuste de cuentas relativo al tráfico de efedrina en la Argentina.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Mercedes estableció que Pérez Corradi ordenó el asesinato porque Forza, Ferrón y Bina competían con él en el tráfico de efedrina, un precursor químico que en la Argentina aún era legal. Ambas bandas aprovecharon la laguna legal para venderla a bandas narco que la utilizaban para la elaboración de drogas sintéticas de alta valuación en los países de primer mundo.
Se calcula que en esa época compraban el kilo de efedrina a laboratorios chinos e indios a 50 dólares el kilo y luego la revendían a los narcotraficantes (en su mayoría mexicanos) a 4.500. El negocio fue tal que la importación del precursor químico se multiplicó casi por once en sólo tres años, pasando de dos toneladas anuales a más de veinte. l