ANÁLISIS

Monseñor Bokalic brindó un emotivo mensaje para la familia de Marito

En medio de la investigación del caso que conmueve al país, el obispo de la Diócesis de Santiago del Estero elevó oraciones suplicando consuelo para la familia del niño que fue brutalmente asesinado en Quimilí.

El dolor de la familia Salto es, hoy, el sufrimiento de toda una sociedad que no logra entender todavía el accionar de esta gente que, sin piedad puso fin a la vida del pequeño Marito.

En medio de una comunidad que busca a los culpables y se hace un tiempo para pensar en la resignación, el obispo de la Diócesis de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic, y en un diálogo exclusivo con EL LIBERAL, envió un mensaje a los familiares del niño y aportó su mirada desde la Iglesia, sobre el caso que hoy tiene mucho más interrogantes que certezas.

"Pido mucho consuelo para esa familia, y acompañamiento. La Diócesis de Añatuya y los sacerdotes de Quimilí están muy cercanos a ellos, acompañándolos, conteniéndolos y, por supuesto, previendo que nunca más pasen estas cosas", sostuvo el obispo diocesano.

En la búsqueda de una explicación (sin justificativo alguno), Mons. Bokalic trató de analizar la mente y el comportamiento de la gente que lleva consigo tanta maldad y que quizás actúa enceguecida por el odio y otros sentimientos oscuros.

"Es muy difícil opinar desde lejos de la situación y sin conocer a los autores, pero nos conmueve, como Iglesia estamos tan conmovidos como toda la sociedad y ojalá esto nos inquiete hasta el alma a todos. No tenemos ni idea de cuáles fueron los móviles de todo esto, pero evidentemente son producidos por mentes absolutamente enfermas, desequilibradas. Además es un llamado de atención. Se trata de un solo caso; pero hay más tipos de hechos en los que vemos mucha violencia, mucha crueldad y pueden tener múltiples causas. En este caso particular no sabemos cuál fue la causa, quienes son, qué los llevó a todo eso, pero nada justificará la alevosía", explicó el obispo.

Sobre el perdón y la justificación sostuvo: "Nunca, ninguna muerte se justifica. La vida es un don, nosotros tenemos solamente que cuidarla y mucho más de los niños. Este hecho es un signo de algo. Hay mucha crueldad, inhumanidad, hay fanatismos, desequilibrios psicológicos y mentales, evidentemente detrás de todo esto. Esperemos que no haya ningún grupo detrás del caso, pero es una crueldad; no podemos nunca admitir y justificar este hecho".

Finalmente remarcó que una persona que se atreve a realizar este tipo de acto, es dueña de una mente enferma y comparó el crimen con el ataque de grupos criminales internacionales.

"Seguramente, el autor del crimen tiene una mente enferma; no hay ningún móvil humano que pueda llevar a esto. Evidentemente no están bien o están enajenados, drogados o tienen otro tipo de fanatismo. Vemos en el orden internacional al grupo Isis, por ejemplo, que se maneja con tanta crueldad, y esto es casi equiparable. Pueden ser grupos fanáticos, pero evidentemente están enajenados; esto no es humano", profundizó el obispo de la Diócesis de Santiago del Estero.

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